Tras festejarse los carnavales en la ciudad de Huaraz, cientos de asistentes terminaron completamente mojados y con pintura en varias partes de su cuerpo, ello luego de que cientos de jóvenes les rociaran baldes con agua.
Pese a la presencia de serenos de esa ciudad y la Policía, los jóvenes continuaron actuando con descontrol y mojaron a todo aquel que se encontraba en su camino. Madres con niños en brazos y hasta adultos mayores fueron las víctimas de los "carnavaleros".
Los más afectados no dudaron en cuestionar esta actitud, la misma que calificaron como una falta de respeto, y pidieron a las autoridades mayor control y orden en esta tradicional fiesta de carnavales.
Los principales puntos de actos de descontrol se desarrollaron en la Plaza de Armas y en la avenida Mariscal Luzuriaga.