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Los sucesos del mercado de La Parada, y la secuela de imágenes brutales protagonizadas por el lumpen, traen a la memoria otro tipo de intervenciones municipales que se ejecutaron durante las gestiones de alcaldes exitosos como Alberto Andrade y Luis Castañeda.

El "gordo" Andrade es recordado con gratitud incluso por numerosos vendedores ambulantes a los que desalojó de las calles de Lima.

No se limitó, recuerdan, a recuperar las calles, sino que ofreció a los informales alternativas viables y puso a su disposición mecanismos financieros para que logren trasladarse a la formalidad. Así lo hicieron y la mayoría de ellos son ahora medianos empresarios exitosos.

Andrade emprendió y concretó el mayor reordenamiento del comercio ambulatorio que se haya hecho en Lima Metropolitana.

Unos 200 mil vendedores ambulantes (otros hablaban de 300 mil) tenían capturadas las calles y avenidas de la ciudad, particularmente en el Cercado de Lima.

La experiencia de Andrade en este tema ha sido replicada por los alcaldes en las capitales de departamentos y aun en ciudades de Sudamérica como La Paz (Bolivia) y Quito (Ecuador), entre otras.

El máximo logro de su gestión, y por lo que será recordado, fue la recuperación del Centro Histórico de Lima. Le devolvió parte de su esplendor colonial y atractivo turístico tras décadas de abandono, contaminación y comercio ambulatorio.

La recuperación de los espacios públicos en los alrededores del Mercado Central de Lima (mayo de 1997) y el desalojo del mercado informal Polvos Azules, en las cercanías de Palacio de Gobierno, por mencionar dos de las operaciones que dirigió personalmente, son emblemáticos.

ÉL SI ESTUVO AL FRENTE. Una de la madrugada del 14 de mayo de 1997. Unos seis mil vendedores informales ocupaban desde hace 30 años las calles adyacentes al Mercado Central.

En esa ocasión no contó con la ayuda de la Policía Nacional, controlada entonces por Vladimiro Montesinos.

Ante las muestras de desmoralización de los agentes del Serenazgo, Andrade se puso a la cabeza con una breve arenga: "¡Todos síganme! ¡Vamos, carajo!", y encabezó a la tropilla de serenos.

La firmeza que fue puesta en práctica desanimó la incipiente resistencia de los ambulantes. Estos comenzaron a desalojar las 17 manzanas circundantes al Mercado Central de Lima "Ramón Castilla".

En ocho horas quedaron desocupadas. En seguida, personal de Relima y policías municipales empezaron a limpiar y desrratizar la zona. En una sola jornada 160 barredoras retiraron poco más de 150 toneladas de basura.

La recuperación de ese espacio fue considerado uno de los más firmes pasos de la Municipalidad de Lima para el reordenamiento del comercio ambulatorio y la recuperación del Centro Histórico.

POLVOS AZULES. Durante 16 años este centro comercial informal había funcionado en el corazón del centro de Lima.

Con el tiempo se convirtió en un peligro altamente potencial para los consumidores y para los propios comerciantes.

Un gigantesco incendio mostró en enero de 1993 que los temores de las autoridades municipales eran fundados.

Comenzaron las gestiones para su traslado y la inmediata resistencia de los comerciantes.

Pronto comprendieron éstos que no había otra alternativa que aceptar la reubicación. Pero no faltaron enfrentamientos y ataques contra la Policía y el Serenazgo.

El 23 de octubre de 1996 acordaron comprar los terrenos ubicados en el Paseo de la República (Vía Expresa).

El 7 de julio de 1997 los comerciantes del campo ferial Polvos Azules entregaron ese espacio público en ceremonia pública, con pasacalle incluido, al alcalde Alberto Andrade.

Ahora, los limeños disfrutan de este lugar público donde se levanta la Alameda Chabuca Granda.

En noviembre de 2002 Andrade también logró el desalojo pacífico de los ambulantes del mercado Mesa Redonda. Ahora, los informales están recuperando las calles.

SANTA ANITA. El exitoso desalojo que los comerciantes que invadieron el Mercado Santa Anita, en 2007, se realizó sin disparos ni heridos.

En esa ocasión, el alcalde Luis Castañeda y su equipo hicieron todo lo posible para institucionalizar el desalojo en coordinación con el Poder Judicial y la Policía.

"En el caso del Mercado Santa Anita la Municipalidad de Lima actuó con firmeza, nunca retrocedió ante algo que era necesario recuperar y que era de todos. En el operativo final la Policía Nacional recibió de la Municipalidad todo el apoyo logístico que requirió básicamente en raciones de alimentos", comentó Marco Parra, ex teniente alcalde de Castañeda.

La operación policial fue dirigida por el general PNP Octavio Salazar, quien hizo un gran despliegue que rodeó las instalaciones del mercado, de modo que los invasores, pese a que muchos de ellos contaban con el apoyo de elementos violentistas y armados, prefirieron aceptar el desalojo y abandonaron el mercado Santa Anita en forma voluntaria y pacífica.

LAS MALVINAS. En el caso del centro ferretero de las Malvinas, que estaba en la Av. Argentina, fue un proceso paulatino que se estudió varios meses.

Primero se hizo un trabajo de sensibilización entre los comerciantes, luego hubo un trabajo de persuasión para que se retiren a las galerias que habían alrededor y, por último, se hicieron coordinaciones con la Policía.

Se comenzó a trabajar primero con los comerciantes que sí querían el cambio. Luego se trabajaba con los reacios. Video: Youtube.com