Año Nuevo: Más de cincuenta incendios en inicio del 2017
Año Nuevo: Más de cincuenta incendios en inicio del 2017

Durante esta madrugada, los bomberos atendieron 52 incendios en varios distritos de Lima. La mayoría de los siniestros se dieron por el uso de los pirotécnicos en las celebraciones de Año Nuevo.

A pocos minutos de la medianoche, la galería El Paraíso, en La Victoria, empezó a arder después del inicio de los festejos. El local está ubicado en el jirón Antonio Bazo 805, en Gamarra, por lo que seis unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios llegaron para controlar el fuego de manera inmediata, y así evitar que se extienda a otros locales de los alrededores.

Luego, en la zona conocida como San Jacinto, el tercer piso de una vivienda empezó a arder, al parecer, por la caída de un pirotécnico, en San Luis. En el espacio quemado vivían dos jóvenes, con sus familiares, que estudian en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en Senati.

“Se han quemado mis libros del instituto. Todo se ha quedado ceniza. Esos eran mis materiales para el próximo año. Ahora no sabemos qué hacer y pedimos que nos apoyen”, contó Julián Llancari, uno de los afectados.

Los bomberos apagaron las llamas de la casa ubicada en la cuadra 1 del pasaje Timón, donde viven cinco familias, de acuerdo a los vecinos.

Mientras que en la cuadra dos de la avenida Pablo Patrón, el predio de una procesadora de naranjas ardió por varios minutos. Los vecinos, que disfrutaban de su cena, observaron las llamas y, después de llamar a los Bomberos, pararon una cisterna de agua que estaba regando las plantas, según los testigos. Su miedo aumentaba porque dentro de la propiedad había balones de gas y material inflamable. Por fortuna, los hombres de rojo acabaron con el incendio.

ALMACÉN DE RECICLAJE. Posteriormente, en Independencia, el fuego consumió un local prefabricado donde se almacenaba productos de reciclaje. Cerca de las tres de la madrugada, las llamas se expandieron con rapidez, por los objetos inflamables como plástico, y casi alcanza a las viviendas contigua, en el jirón Educación, donde viven cerca de ocho niños, de acuerdo a lo contado por los vecinos.

“(El dueño) Guardaba botellas, madera, sus cartones, papeles: basura prácticamente. El terreno debe tener 90 metros cuadrados. Me puse nervioso, por lo que pudo pasar a mi casa”, contó Tomás Rojas.

Las siete unidades bomberiles tuvieron dificultades para entrar a la zona de la emergencia, por la estrechez de las calles y los autos estacionados, además de que el incendio se encontraba cerca al cerro, en una zona elevada. También, la falta de agua, un reclamo constante de los pobladores, retrasó el trabajo de los voluntarios. Sin embargo, después de más de una hora, lograron controlar el siniestro.