Puno: Aparecen archivos sobre los “"patrulleros fantasma”" de la PNP

Correo denunció en el 2014 la existencia de “patrulleros fantasma” en el Frente Policial de Puno. Se trataba de un sistema para sacarle la vuelta al Estado y desviar combustible que correspondía a vehículos policiales para destinatarios que están en investigación aún.

La policía decidio en ese entonces abrir investigación contra tres policias, este caso se encuentra en el Ministerio Público y está a la espera de una formalización de denuncia.

Esta vez, este matutino tuvo acceso a los documentos del folder “Duley” de grifo Cádrimax (implicado en el caso de presunto robo de combustible) y halló más indicios de las presuntas irregularidades en la policía.

En agosto del año pasado, Correo hizo la denuncia contra los “Patrulleros fantasmas”, en aquella oportunidad nuestras fuentes informaron que cuatro unidades vehiculares de Radio Patrulla (de placas KR 1568, LR1111032, PR 1550 y la motocicleta PR 14649) se encontraban inoperativas, pero se les seguía asignando combustible, pese a que no salían a la calles a patrullar.

Además, se reveló que por día se signaba a cada patrullero 10 galones de combustible, pero que por disposición de los jefes de esta unidad solo se abastecía la mitad a cada vehículo policial. Fue todo un escándalo en la institución policial.

Entonces, el Ministerio Público inició una investigación contra el comandante PNP Ezequiel Poma Lavado y los suboficiales William Elmer Licuona Ordóñez y Juan José Echenique Mamani, este último propietario del grifo Cádrimax.

Se conoció que tras ser hecha pública la denuncia, personal de inspectoría inmediatamente llegó a la oficina de Radio Patrulla para revisar cuadernos de control, entrevistar a los conductores de vehículos y obtener todas las pruebas necesarias para investigar el caso.

Poco tiempo después de nuestra publicación, el 70% de los policías que trabajan en Radio Patrulla fueron cambiados, al igual que el Ezequiel Poma Lavado, el jefe de esta unidad.

Asimismo, a inicios de este año varios de ellos fueron enviados a otras regiones del país, pues así lo ordenó el exministro del Interior, Daniel Urresti Elera.

Esta investigación pasó a la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Puno la cual dispuso investigar el caso en un plazo de 120 días por el presunto delito de peculado doloso por apropiación.

Entre las disposiciones de la referida fiscalía, se pidió la declaración de los policías implicados, sin embargo, el proceso pasó a la recién creada Fiscalía Anticorrupción de Puno y se amplió el plazo para recibir las declaraciones de los policías y otros implicados.

Más indicios. Cuando parecía que el caso estaba por archivarse, Correo accedió a nuevos indicios sobre este caso, en los cuales se comprobarían las faltas en la que incurrieron varios efectivos policiales al momento de abastecer de combustible a los patrulleros a su cargo, aparentemente por ordenes de sus superiores.

Se trata los documentos guardados celosamente en el folder con el título “Duley” del grifo Cádrimax, en el cual se encontró el registro del abastecimiento de combustible de la policía, allí se observan firmas de policías no solo de Radio Patrulla, también de otras unidades.

Este folder “Duley” del grifo Cádrimáx, según fuentes de Correo, antes llevaba el nombre de la policía pero que fueron cambiados por medidas de “seguridad”.

Allí se registra la fecha, el nombre y firma del conductor, la placa del patrullero y a qué unidad pertenece, pero además la cantidad de combustible que reciben, cifras que coinciden con la publicación de Correo y que reiteramos al inicio de este artículo.

Estos “kardex” de atención tienen el registro de abastecimiento del año 2014.

Pese a los cuestionamientos contra el grifo Cádrimax, este establecimiento continúa abasteciendo de combustible a las 70 unidades vehiculares con las que cuenta la policía en la ciudad de Puno.

Intentamos comunicarnos con el dueño del grifo Cádrima,x el policía Juan José Echenique, pero su reacción fue amenazar con denunciar a los periodistas que osaran tocar el nombre de su empresa, lo que imposibilitó entablar diálogo con el aludido uniformado.