Pasó la incertidumbre y la emoción del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con respecto a la demanda que Perú le interpuso a Chile por área marítima, y también pasó la preocupación sobre la situación de los pescadores peruanos que están retenidos en Arica desde el 11 de diciembre del 2013, cuando fueron interceptados en mar chileno.

"Se olvidaron de nosotros, solo se acordaron y nos entrevistaron en los días previos al fallo, pero no nos dieron soluciones, todo sigue igual, seguimos aquí, sentimos que se aprovecharon por la coyuntura del fallo", es el sentir que tiene Amir Cruz Laurente, quien por todos los medios agota todas las posibilidades y gestiona todos los trámites para salir de Chile junto con sus colegas.

La preocupación cada día es más fuerte para los 9 pescadores peruanos que desde hace una semana viven albergados en el Colegio Integrado Eduardo Freire, ubicado en la cuadra 6 de la calle San Marcos, muy cerca al centro de la ciudad y al muelle de Arica, donde solo puede realizar "cachuelos" para ganar un poco de dinero, el cual no es lo suficiente para enviar a su familia que tienen en Ilo, Matarani y Mollendo.

"Acá solo arreglamos las redes, ayudamos a recibir los productos hidrobiológicos, a cargar hielo, 'cachuelos' pequeños que no nos alcanza. Nosotros, por la ley chilena, no podemos entrar al mar, y así no podemos juntar dinero para enviar a la familia que depende de nosotros", cuenta Amir, mientas mira a cuatro compatriotas que lo acompañan en el salón de aula, habilitado con 9 camas. "Los demás se han ido al muelle a trabajar, así es, a veces hay para unos y para otros no", añade.

A estas alturas, a más de un mes y medio de estar lejos de Perú, lo de menos es que ellos estén solos allá, aquí lo importante y lo que los tiene angustiados es que ellos son los que mantienen a sus esposas e hijos.

"Queremos regresar a Perú, queremos trabajar, allá si podremos entrar al mar, hacer nuestra labor y ganar dinero, acá no podemos", aclamó Amir, quien recuerda con nostalgia a sus menores hijas.

Él, como tripulante de la embarcación "Locumba II", junto a su motorista, no pueden salir de territorio peruano a pesar de no esta detenidos legalmente ni estar en prisión. Por orden de la Capitanía del Puerto de Arica tiene que quedarse para realizar el mantenimiento de las lanchas incautadas hasta que paguen la multa que esta entidad les puso y también la que aplicó la Corte Suprema de Justicia de Chile, que sumadas totalizan un aproximado de 70,000 soles por cada bote.

"Es imposible que paguemos eso, no tenemos plata", aseveró nuestro connacional, que por la situación se ha convertido en la voz de sus compañeros, gestionando apoyo, el cual viene del Consulado General de Perú en Arica, que les proporciona alimento diario en otro salón del colegio, el mismo que consiguió la Municipalidad de Arica.

"El Consulado nos dice que la próxima semana ya conseguirá el permiso especial para salir de Chile, ir a Perú a trabajar, regresar a hacer el mantenimiento de las lanchas y volver a Perú, así hasta que paguemos; pero ya van varias semanas que esperamos este permiso y nada", refiere.

Esta situación los lleva a perder las esperanzas, por lo que él junto a otros tres compañeros hace tres días intentaron cruzar la frontera a pie, por la pampa, meta que uno solo cumplió y que ya está en Ilo.

"A los demás nos agarraron, no nos detuvieron, nos regresaron a Arica, pero qué podemos hacer, la necesidad es muy grande", apuntó.