​Arzobispo de Huancayo: "Los candidatos no deben ser demagogos" 
​Arzobispo de Huancayo: "Los candidatos no deben ser demagogos" 

El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Barreto Jimeno, cumple y celebra 44 años de sacerdocio. Fue ordenado el 18 de diciembre de 1971. Desde entonces trabajó en Tacna, Lima y Ayacucho. Fue vicario apostólico de Jaén. El 17 de julio de 2004, el papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo metropolitano de Huancayo y tomó posesión de su cargo el 5 de setiembre del año 2004 y ha ocupado cargos importantes a nivel nacional e internacional.

¿Cómo fue su formación?. 

Una formación bastante larga, cerca de diez años, muy restringida en la libertad, en el sentido humano, pero yo estaba ilusionado de llegar un día a ser sacerdote y contaba los años, los meses, los días hasta que llegó la ordenación.

¿Recuerda cómo fue su ordenación?. 

Fue en una iglesia de La Inmaculada en Lima, contigua al colegio de La Inmaculada que ahora es la Universidad Villarreal y allí fue también donde mis padres se casaron, donde hice mi primera comunión, me confirmé y también un obispo jesuita me ordenó de sacerdote.

A 44 años de sacerdote, ¿qué es ser sacerdote?.

Yo diría en una palabra: la amistad. La amistad con Jesús que ha ido creciendo y la amistad con muchas personas, niños, jóvenes, adultos, ancianos.

¿Pensó alguna vez en llegar a ser arzobispo?. 

No, porque como jesuita hacemos un voto de no aceptar cargos, pero la misma Compañía de Jesús propuso al papa Juan Pablo II que yo fuera obispo del Vicariato Apostólico de Jaén.

¿Se imaginó llegar a Huancayo?. 

Nunca, mi decisión era quedarme en Jaén hasta el final de mi vida, porque mi vocación se despertó en el contacto con los aguarunas, con los wambisas que son indígenas de la selva.

En Europa le llaman “Obispo verde”, ¿por la defensa del medio ambiente?. 

Es parte de la misión de la Iglesia y esto lo ha dicho el papa Francisco en la reciente encíclica “Alabado seas”. No se puede amar a Dios si no amamos a los demás y no podemos amar a los hermanos si no cuidamos nuestra casa común.

¿También por su mayor preocupación por la vida y la salud en la región?. 

Lamentablemente hay una irresponsabilidad histórica de los gobiernos y de las autoridades regionales y municipales, también de la misma sociedad. Miremos cómo está el río Mantaro y el Huaytapallana. Es cierto que no es una responsabilidad directa lo del Huaytapallana porque es efecto del cambio climático, pero tenemos que pensar en las generaciones futuras y tenemos que preguntarnos siempre con el papa Francisco: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a las generaciones que nos sucedan y a los niños?.

¿Qué piensa de los candidatos en estos tiempos electorales?. 

No deben ser demagogos, pues, ellos constituyen la expresión democrática en nuestro país, donde debe primar la verdad, la sinceridad, el interés por los graves problemas que afectan a la sociedad. El pueblo tiene que saber elegir a los que representan los verdaderos intereses de las grandes mayorías, especialmente los más pobres. Tiene que estar atento a los programas, proyectos que presenten y no dejarse llevar por las promesas que de repente no pueden cumplir. Los candidatos deben ser de una moral intachable, porque personifican a la Nación. En este sentido, el papa Francisco nos ha hecho un llamado a rehabilitar la política para buscar el bien común.

¿Le hicieron preguntas atrevidas, como que alguna vez se enamoró?. 

En realidad sí, de adolescente, como toda persona pensábamos en una mujer ideal, eso era bonito, es algo que humanamente uno siente, pero más allá de ese sentimiento hay una vocación que en definitiva es una decisión de amar a todos sin estar apegado a una persona.

¿Cuál fue su primer pecado como sacerdote?. 

Son muchos mis pecados. La misericordia de Dios ha sido más grande de estar conmigo. Yo diría mi primer pecado como sacerdote era creerme que yo estaba realizando la labor evangelizadora, pero después me dí cuenta que el que hace el trabajo es Dios.

¿Se arrepiente de algo?.

Yo diría que no he sido generoso como Jesús fue generoso conmigo. Siempre siento que hay una deuda que pagarle a Jesús.

¿ Cual es el futuro de la Iglesia en Huancayo?. 

La Iglesia en Huancayo quiere ser fiel a las orientaciones del papa Francisco, una Iglesia pobre y para los pobres. Una Iglesia en salida misionera, sacerdotes que estén al servicio del pueblo de Dios.