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Con una frialdad macabra el joven Marco Gabriel Arenas Castillo asesinó a su madre, la empresaria María Rosa Castillo Gonzales de 53 años, luego de una discusión en la que ella lo culpaba por hurto de dinero y joyas.

Durante los interrogatorios fue la enamorada del parricida, Fernanda Lora Paz, de 18 años, quien confesó el hecho y su participación en la desaparición del cadáver, por ello la Fiscalía ha solicitado la detención de ambos jóvenes.

Los acusados fueron presentados en la sede de la Dirincri por la Policía Nacional.

Tildó a su madre de "Vieja Loca". Según las investigaciones el cinco de noviembre luego de la discusión el joven se fue a la Universidad San Ignacio de Loyola, en La Molina donde recogió a su enamorada y empezó a comentar que "estaba harto del trato de sus padres" y tildó a María Castilla de "vieja loca".

Fernanda Lora señaló que al estar en el cuarto de su enamorado escuchó un grito desde la habitación de la madre de este y al entrar vio a Marco Arenas sujetando a su madre por la cabeza. Luego de esto enviaron a la empleada a comprar pan a una panadería lejos de su vivienda, embolsaron el cadáver y luego de colocarlo en el maletero se lo llevaron hacia el parqueo del club "La Rinconada de La Molina" donde estacionaron.

Luego de comprar petróleo ambos llevaron el cadáver hacia la carretera de Manchay Bajo donde le prendieron fuego. La camioneta fue dejada en Santiago de Surco, el hecho fue observado por un vigilante de seguridad que reconoció a Marco Arenas Castillo quien no tuvo otra opción que reconocer su culpabilidad.