“Candados del amor” en la corona de Virgen ‘María Inmaculada’ de Piedra Parada 

Dicen que las llaves abren todas las cerraduras, aunque también dicen que hay llaves que jamás podrán abrir puerta alguna. Así ocurre igual en el amor, donde solo el sentimiento más puro puede sellar para siempre una relación. En la antigüedad, solo las llaves especiales podían abrir una cerradura especial y esto ha sido un símbolo empleado desde la antigüedad para representar la fidelidad marital. Las llaves representan a las fuerzas con el poder de “abrir” y “cerrar”, mantener encerrado y liberar, marcar el comienzo de una nueva fase de la vida.

TIEMPO. Desde hace 3 años de la inauguración de la corona (mirador de 30 metros de alto) de la Virgen Inmaculada Concepción, ubicada en el Complejo Turístico Piedra Parada, viene apareciendo los candados con las iniciales de los enamorados; la creencia dice que al hacerlo, el amor de la pareja será eterno y que jamás volverá a separarse.

Cuenta Beto R. y Zulema V. que leyeron este acertijo, pues ellos decidieron poner en práctica y con fe a la virgen, sellaron su amor cerrando el candado y lanzando la llave desde los 30 metros de alto, hoy llegaron a contraer matrimonio y mencionan que este amor cada día crece más. Así como ellos podemos observar candados con las iniciales de “J y P”, “M y S”, “L y A”, “B y A”, “G y L”,…

Similar a la novela “Tengo ganas de ti” del escritor italiano Federico Moccia, en la que los protagonistas sellaban su amor poniendo un candado con sus nombres en la farola del Puente de Milvio, en Roma, lanzando luego la llave a las aguas del Río Tìber.

Puede que la leyenda haya cobrado mayor sentido en Concepción, llevando día a día a más de un enamorado a sumarse a la manifestación amorosa.

París, la ciudad del amor, emblema urbano del romance y atractivo destino para cualquier pareja que desee consagrarse como tal para toda la eternidad. Serán sus callecitas pérdidas, los dulzones atardeceres que entibian las aguas del Río Sena o tal vez la pomposa arquitectura que la adorna, los que convierten a este lugar en la verdadera capital de los enamorados.

Y haciéndole honor a su título, la capital francesa luce con orgullo todos esos sitios predilectos de los turistas enamorados que desfilan tomados de las manos por sus avenidas y puentes. Entre ellos, uno de los más populares: el Puente de las Artes (Pont des Arts), aquel que atraviesa el Sena y que hasta hace unas semanas exhibía más de 18,5 toneladas de candados cerrados en las barandas (y que debieron retirarse por el riesgo que representaba el gran peso para la pasarela). Candados puestos por novios que, queriendo sellar de alguna forma su amor, los colgaron con sus nombres escritos y los sellaron, para luego arrojar las llaves al río.