Delincuentes irrumpieron con un fusil de guerra en una pollería ubicada en el distrito de Carabayllo, cuando varios comensales degustaban su cena. Los sujetos se apropiaron de todas las pertenencias de los clientes; así como del dinero que estaba en la caja del local.
El arma de guerra empleada por los malhechores generó pánico entre los clientes y trabajadores del establecimiento ubicado en San Pedro de Carabayllo.
La banda está integrada por tres hombres y una fémina. Una mujer actuó de "campana" en el asalto que duró un minuto, pues se ubicó en el auto de los delincuentes.
Solo el mozo y dos trabajadores de la pollería pudieron esconder sus celulares y objetos de valor.