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“Hemos rescatado manatíes que se encontraban en estado crítico, muchos con llagas de arpones, otros con heridas de machete, con infecciones, taponamientos intestinales”, indica Leonardo Dávila del Centro de Rescate Amazónico (CREA), un esfuerzo mancomunado entre cuatro instituciones cuyo objetivo es rescatar, rehabilitar y liberar mamíferos acuáticos y fauna silvestre en peligro.

“Nosotros llevamos cerca de ocho años trabajando con estos animales. Empezamos con los manatíes y ahora estamos trabajando con otras especies, tenemos áreas para primates, reptiles y nutrias. Aparte, realizamos trabajos de educación ambiental, con toda una metodología de labor con niños”, explica.

TRABAJO CONJUNTO. El CREA es fruto de una trabajo coordinado entre el Dallas World Aquarium (EE.UU.), la Dirección Regional de la Producción Loreto (Direpro), el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IAB) y Acobia-DWAzoo. Hasta el momento, se han rescatado 31 manatíes y se han liberado cerca de 15, tanto en la Reserva Nacional Pacaya Samiria como en la Reserva Comunal Tamshiyacu Tahuayo.

CÍRCULO MALIGNO. En el Perú, el manatí del Amazonas o Trichechus inunguis es considerado una especie en peligro debido a la caza ilegal, pues en muchos comunidades amazónicas aún se consume su carne. El problema se complica todavía más con el comercio ilegal de las crías, las cuales son vendidas como mascotas. Por esta razón, la mayoría de ejemplares rescatados son crías que fueron apartadas de sus madres.

SIEMBRA DE VALORES. El contacto con la naturaleza es fundamental. Con el objetivo de sensibilizar a las poblaciones amazónicas sobre la conservación de los manatíes, el CREA diseñó una metodología denominada ‘Juegos con la Naturaleza’ donde “los niños aprenden a través del juego”.

“Está científicamente demostrado que los menores que juegan desde pequeños con la naturaleza tienen más afecto hacia ella, que aquellas personas que no lo han hecho al aire libre, no treparon a un árbol o han jugado en el lodo. Eso es lo que nosotros buscamos: que sean los futuros embajadores de la conservación”, explica Dávila.

Como parte de esta metodología, los niños juegan durante toda la mañana y, al finalizar, pasan al área de manatíes para alimentarlos y conocerlos mejor. La meta es que “esta experiencia, que han tenido durante tan solo un día, la recuerden para toda la vida”.

Apoyo

Durante el rescate participan Acobia, la Direpro y la Policía Ecológica. El Dallas World Aquarium (EE.UU.) dona las bolsas de leche para las crías.

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