Yuri Armas, director de la ADAS, señala que el “daño más grande” generado por la paralización  de las obras de la III etapa de este proyecto es no poder crear las fuentes de trabajo previstas. Además, precisa que se ha perdido S/ 41 mil millones en sueldos, dinero que habría reactivado la economía de la región y el país.
Yuri Armas, director de la ADAS, señala que el “daño más grande” generado por la paralización de las obras de la III etapa de este proyecto es no poder crear las fuentes de trabajo previstas. Además, precisa que se ha perdido S/ 41 mil millones en sueldos, dinero que habría reactivado la economía de la región y el país.

Convertir tierras eriazas en extensos terrenos de cultivo, generar miles de puestos de trabajo y reactivar la economía de la región y el país, son en líneas generales los fines más resaltantes de la ; sin embargo, esos objetivos no pudieron concretarse porque los trabajos en esa megaobra cumplieron (el 15 de diciembre) siete años paralizados.

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Desde el punto de vista del director de la Asociación para el Desarrollo Agropecuario Sostenible (ADAS), Yuri Armas Peña, el daño más grande que se ha generado por la paralización de los trabajos en la presa Palo Redondo, es no haber podido crear las fuentes de empleo previstas.

Al detalle

El directivo precisó que con la construcción de la presa Palo Redondo, en la provincia de Virú, se proyectaba habilitar un sistema de riego para 18 mil nuevas hectáreas de cultivo, ubicadas en la primera y segunda etapa del proyecto. Esto, a su vez, hubiera significado 80 mil puestos de trabajo y S/ 2,500 millones en sueldos y salarios por año.

Mientras que en la segunda fase de la III Etapa de Chavimochic, que corresponde la construcción del Canal Madre, para llevar el agua desde Virú a las tierras eriazas de Chicama, se hubiera podido generar otros 150 mil puestos de trabajo.

“Esto último es adicional a las 80 mil fuentes de empleo de la primera fase y 140 mil ya existentes. O sea, podríamos tener casi medio millón de personas con trabajos formales y directos que hubiesen podido ayudar a muchas familias a salir de la pobreza y pobreza extrema”, mencionó Yuri Armas.

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Un espejismo

Asimismo, indicó que en estos siete años de paralización se han perdido S/ 41 mil millones en sueldos y salarios que se hubieran inyectado a la economía de La Libertad y del país.

“Esto equivale a 11 mil millones de dólares. Esa es la magnitud de las pérdidas por no haber terminado una importante obra que entre sus fines está generar puestos de trabajo. Para mí ese es el más grande daño por tener paralizados los trabajos en la represa”, insistió.

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Las razones

El 15 de diciembre de 2016, la empresa concesionaria encargada de las obras de la III Etapa del Pech -Odebrecht y Graña y Montero- llevó al Estado a un arbitraje internacional y detuvo toda actividad en la presa Palo Redondo.

Años después, el laudo arbitral dictaminó que tanto el Gobierno Regional de La Libertad como la concesionaria incumplieron el contrato y se decidió la caducidad del mismo. La Región no entregó tierras liberadas y la empresa no hizo el cierre financiero.

Superada esta situación, el el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) asumió la administración de la III Etapa de Chavimochic e inició un proceso para reiniciar la ejecución de la presa Palo Redondo bajo la modalidad Gobierno a Gobierno.

Canadá y Países Bajos han mostrado interés y ya presentaron sus propuestas financieras vinculantes. En marzo de 2024 se conocerá cuál de estos países se encargará de terminar la represa, cuyo avance es del 70%.

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