Chofer peruano de Juan Pablo II: "Tengo un amigo Santo"
Chofer peruano de Juan Pablo II: "Tengo un amigo Santo"

Don Filiberto Pantigoso Chávez (72) se siente el hombre más feliz del mundo. Él fue uno de los encargados de conducir el Papamóvil que transportó a Su Santidad Juan Pablo II, en 1985, durante su primera visita al Perú.

"Tengo un amigo que es Santo", dice don Filiberto Pantigoso Chávez (72), quien conoció personalmente al Papa Peregrino.

Ahora retirado de la ex Policía de Investigaciones del Perú (PIP), don Filiberto, acompañado de su esposa María García (69), recuerda a Juan Pablo II "como un amigo" y "santo milagroso", y da su testimonio de fe.

"Él me hizo el milagro de encontrar a mi padre, Ladislao Pantigoso Flores (96), quien fue dado por muerto en 1941, durante el conflicto con Ecuador, cuando aún estaba en el vientre de mi madre", cuenta emocionado.

BENDECIDO. El momento que don Filiberto recuerda como si fuera ayer, es cuando Juan Pablo II, tras arribar a Arequipa, asciende al Papamóvil, "me miró, porque yo volteé, sonrió con sus ojos celestes y me bendijo. "En ese momento se me fue todo el temor, me sentí con confianza, tranquilo y manejé como si estuviera trasladando a un amigo", recuerda con nostalgia.

Afirmó que para él ese fue el primer milagro, pues le dio seguridad para trasladarlo en un país golpeado por el terrorismo.

Con esa misma confianza lo trasladó luego a Piura, y en Lima, desde Atocongo a Villa El Salvador. "Cuando subía y descendía me daba la bendición", recuerda.

DEVOCIÓN. Asegura que ahora le da mucha paz y salud, a pesar de que padece de diabetes, pues guarda la imagen de Juan Pablo II en un altar.

"Yo recibí mucha bendición", afirma don Filiberto, al comentar que gracias al Santo Padre conoció a su progenitor, un policía retirado de la ex Guardia Civil, quien en 1998 le llamó a su casa desde Chiclayo, luego de ver su nombre en los periódicos como el chofer que trasladó al Papa.

"Gracias a mi intachable carrera policial y no haber provocado un solo accidente, fui elegido para conducir el Papamóvil", dijo don Filiberto, al recordar que fue escogido de una lista de 20 choferes.

Su esposa, María García, pide a Juan Pablo II que ayude a su hermana Rosario García, quien será operada a la cadera.

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