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Un verdadero caos vehicular se registró ayer a lo largo de las principales avenidas de la ciudad como resultado del plan de desvíos ejecutado en el marco de la Reunión de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que se inauguró en San Borja.

Correo comprobó que desde las primeras horas del día avenidas como Canadá, San Luis, San Borja Norte, Guardia Civil y calles colindantes estuvieron saturadas de vehículos particulares y de transporte público, que se demoraban hasta una hora en transitar tramos que usualmente les llevaría recorrer 15 minutos. Como es comprensible, los ciudadanos que debían llegar temprano a trabajar o estudiar hicieron sentir su malestar. “Deben mejorar estos desvíos para no perjudicarnos. Todos queremos llegar temprano a trabajar”, pidió Rosa Palacios, quien tuvo que bajar del bus en el que viajaba para tomar un taxi en la avenida Guardia Civil.

Sin público. La estación La Cultura de la Línea 1 del Metro de Lima fue cerrada por la cumbre, lo que afectó a muchos de sus usuarios. Decenas de ciudadanos tuvieron que bajar forzosamente en las estaciones Nicolás Arriola (hacia San Juan de Lurigancho) y San Borja Sur (en sentido a Villa El Salvador), desviándose mucho de su ruta original. “Siempre me bajo en La Cultura para tomar otro carro hasta Rosa Toro, pero ahora me pasé porque nadie informó de los cambios”, denunció la usuaria Esther Carrillo.

Seis días

El director de Tránsito de la Policía Nacional, Javier Ávalos, informó que el cierre de las calles y el desvío de unidades continuará hasta el domingo 12.