Su codiciada carne y el cambio climático la han puesto en peligro de extinción. Un comerciante que al parecer pretendía comercializar una “rana gigante de Junín”, escapó abandonando el batracio cerca al control policial de La Oroya.
Policías de este destacamento recogieron el batracio que medía unos 45 centímetros informaron del hallazgo al personal del Serfor.
La rana que se reproduce únicamente en la pampa de Junín en la región del mismo nombre, a más de 4.000 metros de altitud, en el lago Chinchaycocha y sus afluentes, fue llevado a su hábitat porque según los expertos tenía varias horas sin probar alimentos.