El potente terremoto de 8.8 grados registrado frente a las costas de Kamchatka, en Rusia, ha puesto en evidencia un fenómeno tan temido como complejo: la formación de un tsunami. Aunque las olas generadas por este evento no alcanzarían una altura devastadora en el litoral peruano, las autoridades activaron una alerta preventiva y cerraron decenas de puertos como medida de precaución.
Pero ¿por qué un sismo tan lejano puede representar una amenaza para las costas peruanas? La respuesta está en el origen mismo del tsunami.
Un vínculo directo: terremotos submarinos y olas gigantes
La mayoría de tsunamis que afectan zonas costeras son provocados por terremotos de gran magnitud cuyo epicentro se ubica en el fondo del mar. Cuando se produce un movimiento sísmico abrupto y vertical de las placas tectónicas, el agua que cubre la zona desplazada se ve empujada con fuerza, generando una ola que se propaga a través del océano.
Este fue el caso del terremoto en Kamchatka: un sismo poderoso con epicentro submarino que alteró el equilibrio del océano Pacífico y originó un “tren de olas” con dirección hacia varias costas, entre ellas las del Perú.
¿Por qué se activa una alerta de tsunami?
El Perú se encuentra dentro del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una franja geológica que concentra el 90 % de la actividad sísmica global y es responsable de numerosos tsunamis. Esta ubicación geográfica hace que, ante un sismo de alta magnitud en el Pacífico, las autoridades peruanas monitoreen de inmediato cualquier alteración en el nivel del mar.
En el caso actual, la Dirección de Hidrografía de la Marina de Guerra del Perú y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) activaron los protocolos correspondientes, incluyendo el cierre de puertos y la difusión de alertas a través del sistema Sismate.
¿Qué determina si un sismo generará un tsunami?
No todos los terremotos producen tsunamis. Existen tres factores clave para que esto ocurra:
- Magnitud: debe superar generalmente los 7.5 grados.
- Epicentro submarino: si ocurre en tierra firme, no desplaza masas de agua.
- Movimiento vertical: es necesario que haya un levantamiento o hundimiento del fondo marino.
Si estos elementos coinciden, como en el reciente terremoto en Rusia, el riesgo de tsunami aumenta considerablemente.
Un llamado a entender y prevenir
“El sismo en Kamchatka nos recuerda que el océano responde a la tierra de formas que no siempre vemos a simple vista. Un tsunami puede tardar horas en llegar, pero su poder destructivo es enorme si no se toman precauciones a tiempo”, explicó Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú.
La comunidad científica insiste en que la educación y la preparación son esenciales. Saber cómo se forma un tsunami, cómo se comporta y qué lo detona, permite que las poblaciones costeras estén mejor preparadas para actuar ante una eventualidad real.