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Testimonio de fe. El sacerdote sodálite Jorge Olaechea, recordó con emoción que cuando se ordenó de diácono siete años atrás, tuvo la oportunidad de estar muy cerca de Benedicto XVI, pues asistió al Sumo Pontífice durante una misa que se celebró por Semana Santa en Roma.

"Tuve la bendición de compartir la misa con Benedicto XVI. Fue la experiencia más importante de mi vida... Ver su concentración al momento de la homilía, y cuando estaba realizando la Eucaristía, fue un momento emocionante, pues tenía ante mí a un hombre de oración", contó tras señalar que el 9 de abril del 2006 es una fecha que nunca olvidará.

"También tuve la oportunidad de saludarlo muy brevemente antes de la celebración", mencionó.

El sacerdote de la orden Sodalicio de Vida Cristiana dijo que estar junto al jefe de la Iglesia fue un regalo que atesorará para siempre.

Además de asistir a Benedicto XVI, Olaechea tuvo la oportunidad de conocer al beato Juan Pablo II.

"Para mí ha sido muy importante conocer a estos hombres santos, y de una profunda fe, que se dedicaban totalmente a nuestra Iglesia", declaró a Correo.

FORTALEZA. El religioso señaló que la inesperada renuncia del Santo Padre a su cargo ha sido una decisión muy difícil y subrayó que se necesita tener la fortaleza necesaria para tomarla.

"Creo que el Papa esperó el momento oportuno para anunciar su retiro y que lo hizo después de una profunda meditación sobre un tema definitivo en el que no podía dar marcha atrás", anotó.

Sostuvo además que pese al repentino retiro de Benedicto XVI, la Iglesia está preparada para asumir los grandes desafíos que se presentan en esta época y que el sucesor del Papa tendrá que actuar de acuerdo a ello.

En cuanto a si hay candidatos favoritos para ocupar el sillón de Pedro, precisó que la elección del nuevo Pontífice se hará con la guía del Espíritu Santo.