Cuando las luces se apagan

Cuando los colores dejen de verse, cuando el rostro de sus madres, hermanos, amigos se hayan borrado sólo quedará el recuerdo. Hoy 16 de octubre se celebra el Día Nacional de las Personas con Discapacidad, aquellos que ante la vista de una sociedad indiferente se la juegan en la calle peligrosa, donde cruzar una calle o conseguir un trabajo es un reto, a veces imposible y en otros casos una guerra ganada después de batallas perdidas entre balas de palabras y de miradas.

GUILLERMO

¿Cuándo las luces y los colores se hayan ido y sólo quede oscuridad que vas a hacer?

Me preparo para eso, todos los días, trabajamos y apostamos por ser parte de la sociedad, somos iguales sólo que no vemos.

Conocí a Guillermo Charcahuana en el colegio, en mi etapa escolar nunca crucé palabra con él pero le tenía admiración, él andaba con un bastón y era uno más. Los profesores y los amigos durante la etapa escolar nunca lo excluyeron. Hace un par de días lo encontré, me contó que iba a terminar la carrera de Literatura y Lingüística y estoy seguro que cuando escuche lo que dice este texto tendrá ya un crítica bajo la manga.

"Recuerdas cuando estudiaba en el colegio San Martín de Porres en Alto Selva Alegre, lo recuerdas, los profesores eran muy buenos me incentivaron a seguir estudiando y se los agradezco", me dijo Guillermo cuando charlamos. Él solía salir con sus amigos a tomar un refresco en las galerías Gamesa.

¿Trabajas amigo mío, te dedicas a algo?

No, la sociedad no nos otorga oportunidades, por el momento me dedicó a estudiar tengo el apoyo de mi familia, uno sin el apoyo de ellos no es nada y mi madre es una persona que tiene todo mi respeto y cuando termine mis estudios se lo agradeceré la quiero mucho, se llama Roxana.

¿Tienes miedo a la calle?

La calle con sus buzones abiertos, gradas en mal estado, transportistas que manejan sin respetar a nadie, letreros fuera del lugar, ambulantes que ocupan las veredas, es un problema con el que tenemos que subsistir. Yo no le tengo miedo la enfrento.

En Arequipa según la Gerencia Regional de Trabajo las posibilidades de que una persona con discapacidad pueda ser parte de una empresa son casi imposibles.

Un estudio de este ente señala que las empresas no contratan a personas con discapacidad, debido al alto costo de los ajustes y accesibilidad que les permita laborar (rampas, ascensores, sillas de ruedas, etc.) Cerca del 20% de empresas a nivel regional está en esta condición.

Un 19% cree que la actividad de la empresa es riesgosa y demanda esfuerzo. Un 11% no cumple con el perfil. Y un 24 % que no responde.

Como Guillermo, Luis Flores Colque, Roxana Soncco y Alicia Lego Valdivia subsisten en la ciudad como masajistas o como pequeños microempresarios en la venta de golosinas.

LUIS.- "Las oportunidades en las empresas son pocas, creen que somos agresivos pero no es así, nosotros sólo queremos igualdad, no pena, igualdad nos reímos y hablamos como todos", expresó Luis Flores, diagnosticado con retinopatía pigmentaria (perdida de la vista), hoy mira un poco pero en unos años según dijo ya no. "Estoy preparado para ese momento, la vida es lo más hermoso", nos dijo con una sonrisa. Él ha aprendido el sistema de dactilología y ayuda a Alicia Lego su fiel amiga a comunicarse pues ella es ciega y sorda.

SERIAS TRABAS.- Para la coordinadora de la oficina del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis) en Arequipa, Silvia Aguilar aún existen trabas en las empresas para otorgar puestos de trabajo y existe discriminación y abuso por parte del sector transporte.

"Nosotros estamos en un proceso de inserción de personas con discapacidad pero la ciudadanía debe respetarnos", dijo Aguilar.

De acuerdo al gerente regional de Trabajo, Alejandro Delgado las empresas deben contratar a personas discapacitadas hasta un 5%.

"El próximo año realizaremos un proceso de fiscalización con inspectores para hacer cumplir la norma", informó Delgado.

Amigos y siempre con una sonrisa los cuatro inseparables: Guillermo, Alicia, Roxana y Luis seguirán enfrentando la vida, como todos en un lugar donde para ellos la luz siempre está apagada pero la vida no y eso los impulsa a seguir trabajando y a desarrollarse académicamente.