¿Cuáles son las regiones que registran mayor violencia infantil?
¿Cuáles son las regiones que registran mayor violencia infantil?

Según cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), entre enero y julio de este año se han reportado 12,015 casos de , siendo las regiones de mayor incidencia hacia niños y adolescentes Lima, con 4290 casos; Junín, con 835; Cusco, con 724, y Áncash con 602.

En esta última región, en la ciudad de Chimbote, la Corte Superior de Justicia del Santa determinó que una niña de ocho años deberá vivir con su profesora de primaria mientras dure el proceso tutelar contra su madre y abuela, debido a los constantes maltratos físicos que recibía de ambas. Y es solo uno de los casos que se presentan con frecuencia.

Ese mismo día, en Puno, las imágenes de un brutal castigo físico contra un niño de apenas 8 años remecieron al país. Un tío grabó con su celular a un sujeto que ató y bañó con agua helada a su hijo, para luego arrastrarlo por el piso, golpearlo y taparle la boca con cinta adhesiva para que sus gritos no se escuchen. Por ello, Marco Hidalgo Encinas Quispe (32), padre del menor, ahora deberá pasar nueve meses en el penal de Yanamayo, ya que el viernes recibió una orden de prisión preventiva por castigar a su hijo de manera cruel.

Terrible es también el caso denunciado el último viernes en Pichanaki, donde un niño de tan solo 4 años salvó de morir a manos de su padrastro, quien enfurecido lo golpeó porque el pequeño no asistió al jardín de infantes por estar enfermo.

El sujeto, identificado como Esteban Chávez Aguilar (24), huyó tras ser intervenido por el Serenazgo y actualmente se encuentra prófugo de la justicia. Estos son solo algunos de los múltiples casos que se presentan a diario en las regiones del país y demuestran cómo los menores en el Perú sufren a diario violencia al interior de sus hogares.

FACTORES. Según el , existen factores contextuales determinantes para que se produzca la violencia contra los niños y adolescentes. Entre ellos: la calidad de las relaciones interpersonales dentro de la familia, las conexiones sociales con otros miembros de la comunidad, la seguridad financiera, el nivel de educación y las normas sociales de la comunidad relativas a la disciplina.

Lourdes Febres, de la ONG Acción por los Niños, explica que la violencia se encuentra normalizada en factores culturales sobre la crianza de los niños. Además, señala que esto ocasiona un gran daño en el desarrollo integral de los menores.

Entre las secuelas se encuentra la timidez, la victimización del menor, además puede imitar las acciones de violencia en el futuro. Por ello, indica que se deben cambiar los patrones culturales.

Para el Unicef, los niños y adolescentes que experimentan violencia tienen un mayor riesgo de sufrir problemas emocionales, físicos y trastornos de conducta, incluso pueden tener tasas más bajas de desempeño escolar y más altas de desempleo, encarcelamiento y discapacidad.

A fines del año pasado se aprobaron dos leyes que representan un avance en la erradicación de la violencia contra los menores: en noviembre, la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar (30364), y en diciembre, la Ley 30403, que prohíbe el castigo físico y humillante contra los niños, niñas y adolescentes, y propone el buen trato como alternativa para corregir a los menores. Aunque no establece sanciones, es un gran avance en la protección de los menores.

Derrumbar creencias

Unicef llama a cuestionar tres “mitos” sobre la violencia:

La asociación a determinadas tradiciones culturales; el factor hereditario y la seguridad que provee el hogar. Según estudios de la entidad, los principales agresores son los que co nviven con los menores. La violencia se motiva por factores que se sobrerrepresentan en algunos segmentos de la población

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