Cultura de prevención avanza en Cusco

Perú se ubica en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, por eso la importancia de estar preparados ante un eventual movimiento telúrico.

Desde el año pasado el Gobierno Nacional puso en marcha el Programa Presupuestal de Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres - Prevaed en las instituciones educativas del país.

En el ámbito de la región Cusco se instaló en 493 planteles y a partir del próximo año funcionará en todas los centros educativos.

PARTICIPACIÓN. Según el coordinador regional del Prevaed, Alex Ramos Salas, la comunidad educativa de cada uno de los planteles avanza en la formación de una cultura de prevención, que es el conjunto de valores, principios, conocimientos y actitudes de una sociedad que le permiten identificar, prevenir, reducir, prepararse, reaccionar y recuperarse de las emergencias o desastres.

“Todos los actores (instituciones públicas y privadas) estamos obligados a participar en la gestión de riesgo para estar preparados y responder ante una eventual emergencia producto de un sismo, huayco y otros fenómenos naturales”, señaló el especialista del sector Educación.

ESCUELA SEGURA. Ramos Salas enfatizó que la promoción de la gestión de riesgo de desastres dentro de la I.E posibilita la denominada Escuela Segura, para lo cual se debe promover y desarrollar de manera permanente acciones que estén orientadas a tres procesos claves que son la preparación, respuesta y rehabilitación.

Gestión prospectiva (prevención), es el conjunto de acciones que se planifican y realizan con el fin de evitar y prevenir los daños que se podrían dar frente al suceso de algún riesgo de la I.E y la comunidad.

Gestión correctiva (mitigación), todas las acciones que se planifican y organizan con la finalidad de reducir el riesgo existente dentro de la I.E y la comunidad.

Gestión reactiva (respuesta), acciones y medidas adoptadas para enfrentar los desastres o por la materialización del riesgo a los que se encuentra expuesta la I.E.

“La gestión de riesgo de desastres debe influir en todo los actores educativos, para que de esta manera se generen cambios que trasformen las condiciones de riesgo existentes en condiciones de seguridad”, indicó Ramos Salas.