El coliseo parecía sucumbir remecido por los vítores, mientras los sombreros se agitaban incansables en el aire, luego de que "Zambo Coraje", de imagen vigorosa y dibujada por los rayos del sol, sacudió al corpulento y voluminoso "Jack", que con un largo mugido corrió hacia un costado, levantando una polvareda.

El bullicio de los chacareros contagió al resto de los asistentes, que coreaban el nombre del astado ganador, que había alcanzado el éxito una vez más, y como victorioso gladiador mugía fuertemente en la cancha, donde solo los fuertes tienen la oportunidad de levantar el astero de plata.

TRADICIÓN. "Esta es una tradición que se ha mantenido a través del tiempo en la crianza y el afán de 1500 criadores de toros", cuenta el presidente de la Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados de Toros de Pelea (Acpatpa), Evaristo Calderón Núñez.

El torneo de toros de pelea, denominado "Ciudad Arequipa", trajo consigo un sinfín de emociones y de tradiciones que incluyen la cría y entrenamiento de los animales en distritos como Polobaya, Mollebaya, Sabandía y Characato.

El espectáculo continuó con la presentación de "Alcapone", propiedad de Rafael Valle Prieto, que ofreció una pelea que hizo vibrar de emoción a los asistentes y aficionados que acudieron al coliseo El Azufral.

Fueron 11 peleas en las que se disputaron ardorosamente el Astero de Plata; se apreció energía, fuerza y tradición en una tierra en la que la afición crece considerablemente cada año, según señala Evaristo Calderón.

"Gran Kali", propiedad de Felipe Quispe Pinto, en la categoría medianos, y "Zambo Coraje", propiedad de Rolando Castro Molina, en la categoría pesados, fueron los astados que se llevaron los asteros de plata de la Acpatpa.

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