Déficit de Lima: Apenas hay 5 m2 de área verde por persona (Infografía)

Como capital del Perú, Lima no solo es la ciudad más importante en términos económicos y políticos, sino también en todo lo referido al impacto de la agitada vida urbana sobre el medio ambiente.

Se calcula que desde esta parte del país se emiten más de 15 millones de toneladas anuales de CO2 (dióxido de carbono), lo que equivale al 12% del total de gases de efecto invernadero (GEI) que se producen en el territorio nacional.

Esta realidad, cuyos estragos ya son visibles, puede generar efectos devastadores para los casi 9 millones de habitantes que tiene la capital.

SOS PARA LIMA. El último lunes, durante su discurso de bienvenida a la COP 20, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, destacó la necesidad de que los gobiernos de las grandes ciudades asuman la responsabilidad de combatir el cambio climático.

Aunque se han impulsado políticas importantes y necesarias, Lima todavía está muy lejos de ser una ciudad sostenible que pueda resistir los nuevos escenarios ambientales.

En principio, por su ubicación geográfica, la capital del Perú es una metrópoli altamente vulnerable al cambio climático.

En los próximos años, si no se adoptan medidas urgentes de mitigación y adaptación, las temperaturas máximas de la ciudad podrían incrementarse hasta en 0.33° C cada diez años.

De acuerdo con las mediciones del proyecto “Huellas de Ciudades”, el abastecimiento de agua también estaría amenazado por una probable reducción de las lluvias en las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín.

Uno de los aspectos más preocupantes es lo poco preparada que está la ciudad para resistir los eventos climáticos extremos, que hacia el 2030 se incrementarán en frecuencia e intensidad.

“Es cierto que estamos lejos de ser una ciudad sostenible. Si no aplicamos medidas de mitigación, pero sobre todo de adaptación, en el futuro vamos a tener problemas gravísimos”, reconoció Villarán durante el conversatorio “Lima y el Cambio Climático”, organizado en el marco de la COP 20.

Los dramas actuales que ya padece la ciudad -como el sistema de transporte obsoleto, un grave déficit en áreas verdes y el crecimiento periférico desordenado- son algunos de los ámbitos en los que se debe trabajar con suma urgencia, afirmó la alcaldesa de Lima.

IDA Y VUELTA. En el caso del transporte, el consumo de combustibles para el transporte público y privado genera el 36% de los gases de efecto invernadero que emite Lima.

En ese sentido, la muy cuestionada reforma del transporte impulsada por la gestión de Villarán es la principal propuesta de mitigación a nivel metropolitano.

De acuerdo con el diagnóstico del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano al 2035, Lima está considerada dentro de las ciudades con el tráfico más caótico del mundo.

Por ejemplo, tiene 559 rutas con recorrido superpuesto, por donde circulan diariamente más de 31 mil vehículos contaminantes y alrededor de 200 mil taxis.

Ítalo Fernández, gerente de Protransporte, asegura que la mencionada reforma permitirá reducir en 30% la emisión de gases de efecto invernadero.

“Nuestra esperanza es que la siguiente gestión continúe con los planes iniciados”, acotó el funcionario.

POCO verde. Un aspecto muy claro que muestra las carencias ambientales de Lima es que ha crecido en obras de cemento pero no en espacios públicos. En la actualidad, cada limeño cuenta con 3 m² de área verde, pese a que el mínimo recomendado es de 8 m² por persona.

Se estima que dentro de 11 años, cuando la ciudad tenga 10 millones de habitantes, existirá un déficit de 5665 hectáreas.

Al respecto, Anna Zucchetti, jefa del Servicio de Parques de Lima, informó que en la capital existen más de mil hectáreas que las municipalidades distritales deben habilitar como nuevas áreas verdes, tarea que a la fecha no se realiza por falta de presupuesto o voluntad política.

En los últimos cuatro años, se han sumado 60 hectáreas de áreas verdes a las 190 que ya existían y se han plantado más de medio millón de árboles en zonas urbanas.

Este avance, aunque importante, también genera el desafío de implementar plantas de reúso de aguas residuales.

NUEVAS Acciones. En la actualidad, Lima cuenta con dos documentos claves que rigen la gestión del medio ambiente en la ciudad.

El primero es que en el 2012 se aprobó la Política Metropolitana del Ambiente y la Agenda Ambiental Metropolitana, las cuales incluyen el cambio climático como uno de sus elementos guía.

El otro es que en diciembre del 2013 se creó en la MML la Gerencia del Ambiente, que cuenta con una subgerencia encargada específicamente de las políticas relacionadas al cambio climático.

Marco Zevallos, responsable de dicha unidad, informó que su presupuesto anual es de S/.62.5 millones, monto que debería alcanzar los S/.75 millones para cumplir con sus objetivos.

Además, a pocos días de terminar la actual gestión de Villarán -y coincidiendo con la realización de la COP 20- se ha presentado ante el concejo municipal la denominada Estrategia Metropolitana de Cambio Climático, cuya aprobación dependerá de los regidores que asuman su cargo el próximo año.

“Esperemos que la norma pueda ser aprobada. El objetivo es que el documento sea un referente para otras ciudades del país, ya que Lima es la primera ciudad en proponer una estrategia de este tipo”, señaló Villarán.