Los casos de feminicidio no cesan en el país. Dos mujeres fueron asesinadas en las últimas horas por sus parejas, pues temían ser abandonados por ellas.

Uno de esos casos ocurrió en San Juan de Lurigancho, donde una madre de familia, que era obligada a prostituirse por su conviviente, fue acuchillada sin contemplaciones delante de sus dos menores hijos.

María Nélida Murrugarra Tacilla (32) recibió cuatro cuchilladas de Wilber Roberto Ramos Ortegal (40), padre de dos de sus seis menores hijos, en el domicilio que alquilaban en San Juan de Lurigancho. Ella había decidido terminar la relación.

El crimen ocurrió a las 22.00 horas del lunes, luego de que su conviviente llegara molesto al inmueble ubicado en la avenida Canto Grande 2749, pues se había enterado que aparte de sus clientes, ella tenía un amante.

"Me dijo que quería terminar conmigo, porque estaba enamorada de otro y me botó de la casa", sostuvo.

En medio de la fuerte discusión, los hijos de ambos, Fabiola (3) e Isaac (4), despertaron. Pero esa presencia no fue óbice para que el sujeto cogiera un cuchillo de cocina y matara de cuatro puñaladas a la mujer.

Tras cometer el delito, Wilber Ramos se dirigió con sus hijos a la comisaría de Santa Elizabeth y se entregó, aduciendo que mató a su pareja por emoción violenta.

En Puno. Este crimen se suma al ocurrido en Puno, donde un suboficial de la Policía Nacional del Perú mató a su enamorada arrojándole una pesada piedra en la cabeza.

El cuerpo de Dina Mamani Pandia (25) fue hallado en el jirón San Salvador, en medio de un charco de sangre. Llamó la atención que llevara puesta una casaca perteneciente a un efectivo policial.

Al iniciar las investigaciones, se descubrió deambulando por el lugar al suboficial de la Policía Luis Bustamante Morán, quien tenía rastros de sangre entre sus ropas.

Tras ser intervenido e interrogado, reconoció que había asesinado a su pareja en un arranque de desesperación.

Al parecer, Dina Mamani había descubierto que Bustamante Morán era casado y tenía tres hijos en la región Tacna, por lo que decidió dar por concluida la relación.

El mal agente policial tomó una pesada piedra y la asestó con fuerza contra la fémina, acabando con su vida de forma instantánea.

Agentes a cargo de la investigación señalaron que el suboficial podría ser sentenciado a 25 años de prisión por el delito de feminicidio.