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La alarmante cifra de peruanos que solicitan atención en salud mental va en aumento debido a los altos niveles de estrés que viven en la sociedad. Según la , la depresión es una enfermedad que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo, y que, en el peor de los casos, puede llevar al suicidio. Ante ello, el doctor José Anicama, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Perú, sostiene que es necesario desarrollar una mejor política de salud mental en el país con el fin de identificar esta condición en la población y brindar un tratamiento adecuado.

INDICIOS. El especialista señala que la depresión tiene indicadores claves y críticos que pueden ayudar a las familias a identificar comportamientos que alteran las funciones fisiológicas del cuerpo: trastorno alimenticio (cuando disminuye el apetito) y del sueño (dificultad para conciliar el descanso).

FACTORES DE RIESGO. Generalmente están relacionados con episodios de estrés muy fuertes como la pérdida de un familiar, ruptura de pareja, pérdida de trabajo, entre otros. Bajo estos antecedentes, los acontecimientos irrumpen en la secuencia habitual de la conducta, cambiando el estado anímico de la persona y las funciones vitales del organismo.

TENDENCIA SUICIDA. De acuerdo al doctor Anicama, la depresión “efectivamente puede conducir al suicidio, cuando se convierte en uno de los elementos que conducen a la presencia de mortalidad por el intento suicida”. Ante ello, precisa que es crucial la realización de un examen clínico para identificar cómo el comportamiento del paciente altera la función normal de su cuerpo generando, por ejemplo, la incorrecta circulación de la sangre.

EN LOS JÓVENES. Datos oficiales de la OMS indican que la depresión es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años. Para el experto, esto se debe a que en esta etapa los jóvenes enfrentan sus primeras desilusiones amorosas, postulan a la universidad, pierden oportunidades laborales y pasan por crisis económicas; además, viven posiblemente una ruptura familiar.

TRATAMIENTO. José Anicama manifiesta que en Perú el tratamiento de la salud mental ofrece una atención farmacológica que una psicoterapéutica, la cual, en muchos casos, no aborda directamente el problema. Solo en Lima, el sistema estatal de salud atiende este tipo de enfermedades en el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - “Hideyo Noguchi”, el hospital Hermilio Valdizán, y hospital Víctor Larco Herrera. Por ello, recomienda que se desarrollen tanto en los colegios como en las universidades programas preventivos donde los niños y adolescentes aprendan a reducir los niveles de estrés y depresión a los que son sometidos en la vida diaria. “Hay que enseñarles a los jóvenes a enfrentar el estrés diario y fortalecer sus autoestima, hacerles sentir que son capaces de realizar las cosas”, manifiesta en relación a los espacios que también desarrolla la Autónoma en distritos como Villa El Salvador.

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