José Faustino Vásquez Benavides (37), un próspero comerciante de productos lácteos, fue asesinado de tres puñaladas en el tórax por un grupo de desconocidos que lo esperó a pocos metros de su casa, en la intersección de las avenidas Angélica Gamarra y Alfa, en Los Olivos.

Si bien aún se investigan las causas del crimen, la policía no descarta que se trate de una venganza o ajuste de cuentas, pues los asesinos no se llevaron las pertenencias de la víctima.

El hecho de sangre se produjo cuando Vásquez Benavides salía de su casa, ubicada en la Mz. A Lt. 22 de la calle Alfa, con dirección a su puesto de lácteos en el mercado Consac. En ese momento, dos sujetos lo interceptaron en la cuadra seis de Gamarra, atacándolo con un filudo cuchillo sin mediar palabra.

Tras proferirle tres cortes en el pecho y abdomen, los sujetos lo abandonaron y huyeron a bordo de un automóvil oscuro que los esperaba pocos metros de la escena del crimen. Luego de una lenta y penosa agonía, Vásquez Benavides, expiró en plena vía pública, frente a su esposa Rosa Uriarte Estrada (54), quien se había adelantado para abrir el puesto que ambos administraban.

"Siempre salimos juntos. Esta mañana yo salí primero y poco después de que abriera el puesto, los vecinos me avisaron que Faustino había sido asesinado. Él no tenía problemas con nadie. A veces se tomaba sus 'cervecitas' con los amigos del barrio, pero no era de armar escándalos ni peleas. Quienes lo mataron deben haberse confundido. Lo único que pido es justicia", señaló la viuda.

Agentes de criminalística y la Divincri Los Olivos se hicieron cargo de las investigaciones. "Podría tratarse de una venganza. Los asesinos vinieron a buscarlo directamente a él. Conocían todos sus movimientos y sabían a qué hora salía ", dijo un agente.