Un equipo internacional de científicos descubrió una nueva especie de rana venenosa del género Ranitomeya en el Parque Nacional Alto Purús, una de las zonas más biodiversas del Perú. El hallazgo, publicado en la revista científica Zootaxa, fue anunciado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente.
La especie, bautizada como Ranitomeya hwata, mide apenas 15 milímetros y se convierte en una de las más pequeñas del género. Su coloración es tan llamativa como su rareza: presenta franjas dorsales amarillas brillantes, un patrón ventral moteado y una banda negra que separa la garganta del vientre.

Una joya del Alto Purús
La Ranitomeya hwata habita exclusivamente en bosques de bambú del género Guadua, donde utiliza las cámaras naturales de estas plantas para reproducirse. A diferencia de otras especies emparentadas, los machos presentan comportamiento poligínico, reclutando varias hembras por sitio de cría, un rasgo inusual en los anfibios amazónicos.
Este descubrimiento, resultado de años de trabajo en la cuenca del río Purús, destaca el papel clave de las áreas naturales protegidas como refugios de biodiversidad. “La participación del investigador peruano Roberto Gutiérrez Poblete, del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín y especialista del Sernanp, refuerza nuestro compromiso institucional con la ciencia y la conservación”, precisó la entidad.
Investigación internacional
El estudio fue liderado por Evan Twomey (Goethe University Frankfurt, Alemania), Paulo R. Melo-Sampaio (Museu Nacional, Brasil), Jason L. Brown (Southern Illinois University, EE. UU.), Santiago Castroviejo-Fisher (Universidad de Sevilla, España), Giussepe Gagliardi-Urrutia (Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana), José M. Padial (Universidad de Granada y American Museum of Natural History), Juan C. Chaparro (Museo de Biodiversidad del Perú) y Roberto Gutiérrez Poblete (Sernanp).
El hallazgo amplía el conocimiento sobre la diversidad de anfibios amazónicos y subraya la importancia de conservar ecosistemas frágiles como el Alto Purús, un territorio que alberga especies únicas aún desconocidas para la ciencia.