Día de los Enamorados también inspira el odio a "San Valentín"

El Día de los Enamorados no sólo inspira a los profesionales de la gastronomía, floristas, diseñadores de chocolates y dulces; así como artículos, sino que también el "odio a San Valentín".

Precísamente, ese es el nombre de un taller sobre dependencias emocionales organizado por un centro de orientación juvenil de la Universidad de Granada (España) que está dedicado a fomentar las relaciones afectivas saludables y acabar con mitos del amor romántico.

Cuando el mundo se prepara para celebrar el tradicional Día de los Enamorados, esta iniciativa supone una guerra a cupido.

Las sexólogas Mónica Peralta y Maribel Casado dijeron que no se trata de romper con todo lo que tenga que ver con los sentimientos, sino con un concepto de amor disfuncional o insano.

Afirman que ese "odio" es en realidad un rechazo a las relaciones que limitan, empobrecen y que generan malestar, una ruptura con los mitos sobre el amor romántico.

El amor verdadero o la omnipotencia del amor, genera -según ellas- una serie de expectativas y comportamientos en un gran número de personas relacionados con un verdadero malestar, frustración o inseguridad emocionales.

El Día de San Valentín tiene el sabor dulce de los bombones que se regalan los amantes como muestra de su amor, de ahí que se expenden "cupcakes" en un diseño romántico.

La repostera Isabel Maestre, Premio Nacional de la Gastronomía (Madrid), ha preparado este año una serie especial de "cupcakes" para San Valentín: magdalenas "para dos", con la manzana como ingrediente principal.

Ópera en directo, arte impresionista o noches en hoteles de lujo son la guinda con la que algunos restaurantes madrileños completan su oferta gastronómica para San Valentín.

En cuanto al vestir, esta temporada, el rojo brilla con fuerza.

De otro lado, cuando la persona está sola, acaba de terminar una relación o rechaza las cursilerías también despierta odio a esta fecha, por lo que en el peor de los casos prefieren celebrar el Día de la Amistad.