:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/41a5bd1f-3e36-4dc3-bc85-feeac21a841b.png "Foto de Tania Bautista Castillo")
Una docente de educación inicial fue cruelmente asesinada por su propio esposo en el interior de una vivienda, en la provincia de Sechura, región Piura.
El violento asesinato se registró pasadas las tres de la tarde de ayer lunes, en la manzana A, lote 11 del asentamiento Juan Bautista de Sechura.
Según los testigos, escucharon gritos y una fuerte discusión entre la docente de educación inicial, Juana Huaynacho Choquehuayta (40 años) y su esposo, José Luis Enríquez Chiclla (40 años).
Inmediatamente llamaron a la comisaría de Sechura, pero al llegar, los custodios del orden, quienes tuvieron que romper la puerta de ingreso de la casa, encontraron a la docente en la sala tendida en medio de un charco de sangre .
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Ella estaba en posición de cúbito ventral y tenía heridas múltiples punzocortantes en el cráneo y diferentes partes del cuerpo.
Luego que los custodios revisaron los diversos ambientes de la vivienda, encontraron en el fondo de la casa a Enríquez Chiclla ahorcado, suspendido con una soga sin signos vitales de vida. Él vestía una polera color turquesa, pantalón negro y zapatillas blancas.
Hasta el lugar llegó la fiscalía de turno permanente provincial de Sechura y la fiscal Marli Balarezo Chanduví de la fiscalía especializada de violencia contra la mujer.
También se hizo presente Yessenia Oblitas Fernández representante del Centro de Emergencia Mujer de Sechura), personal de la Oficina de Criminalística y de la división especializada de Homicidios de la Divincri de Piura.
El cuerpo de la profesora fue llevada a la morgue de Piura para practicarle la necropsia de ley respectiva y determinar la causa de su deceso.
Juana Huaynacho era maestra en la institución educativa N.º 370 Santa Clara, en Cristo Nos Valga y era reconocida por su vocación de servicio, su dulzura y el esfuerzo para sacar adelante a sus hijos.
Ella deja en la orfandad a tres menores: un adolescente de 17 años, otro de 15, y una niña de 13 años, quienes lloran por la irreparable y violenta muerte de su madre.
La occisa era la menor de cuatro hermanos y la única hija mujer. Su madre, Alejandrina Choquehuayta, de 81 años, quedó devastada al enterarse de la muerte de su hija menor.
