La pandemia por coronavirus en el Perú no solo ha afectado la salud y economía, sino también el turismo, cultura y educación. En este último sector, el Ministerio de Educación estima que más de 300 mil menores de edad dejaron las aulas. Por eso, los jóvenes, quienes parecen protagonizar las iniciativas de este año, se organizaron para crear Enséñame voluntariado.
“Este proyecto nació a raíz de la coyuntura, al ver que la educación de muchos niños en el Perú se estaba viendo perjudicada a consecuencia del COVID-19, sobre todo, en lugares sin acceso a internet”, cuenta Carolina Ciriani, cofundadora y coordinadora general de Enséñame Voluntariado.
Enséñame voluntariado inició con 7 jóvenes
Hace 8 meses, en abril, Carolina Ciriani y siete jóvenes universitarios decidieron de apoyar a niños con la educación remota. Así, nació Enséñame Voluntariado, una rama de Sígueme Voluntariado que, desde el 2014, construyen escaleras y casas para mejorar la calidad de vida de niños en Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores, ubicado en la ciudad de Lima.
Enséñame Voluntariado tiene como objetivo reforzar el aprendizaje de niños desde inicial hasta secundaria y crear un impacto positivo en la educación a pesar de la pandemia.
“A raíz de la pandemia, varios de los padres de familia de Pamplona Alta nos llamaron pidiendo ayuda porque muchos de ellos no habían ido al colegio y no sabían cómo apoyar a sus niños con las tareas de Aprendo en Casa”, cuenta.
“Hemos llegado a 20 regiones del Perú”
Para mayo, la idea estaba listo y empezó con 20 tutores voluntarios y 20 alumnos. “Actualmente, hemos llegado a 20 regiones del Perú. Tenemos a más de 1600 niños recibiendo tutorías con 1700 voluntarios entre tutores que dictan asesorías, gestores encargados de organizar el voluntariado, psicólogos y educadores profesionales encargados de capacitar a los voluntarios en la labor con los niños”, enfatiza Ciriani.
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¿Qué es Enséñame Voluntariado?
Enséñame Voluntariado es un programa de refuerzo de educación a distancia. Así, los voluntarios acompañan a los niños con mayor dificultad de acceso a educación de calidad.
“Lo que buscamos es llegar a los chicos que no tienen acceso a internet y que ven Aprendo en Casa por televisión o radio”, asegura Ciriani.
Las herramientas de estos filántropos son las tutorías, con las que brindan apoyo académico y socioemocional. A cada tutor se le asigna un alumno. Las asesorías son a través de llamadas, mensajes de texto, WhatsApp o, en el mejor de los casos, por videollamada.
¿Cuáles son los requisitos para ser voluntario?
- Deseo de ayudar.
- Mínimo una hora de tiempo a la semana.
- No hay límite de edad. Se reciben a jóvenes desde los 16 años hasta adultos mayores.
“Muchos de los adultos mayores, por el tema del distanciamiento social no han podido salir y hacer actividades que antes hacían, y esto es como una segunda oportunidad de brindar su conocimiento y ayudar a estos chicos”, finaliza.
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Lara Valdez una voluntaria de 21 años
Lara conoció el voluntariado a través de un amigo. Actualmente tiene bajo su tutoría a una niña de 5to grado de primaria que vive en Pamplona Alta (San Juan de Miraflores).
“Es una niña creativa y responsable. A pesar que solo me comunico con ella por llamadas siento que tenemos un vínculo muy bonito. Por el día del maestro me envió un video cantando. Siempre me dice cuanto me quiere y que me cuide. Es mutuo”, cuenta Lara Valdez.
A diferencia de otros voluntarios, Lara tiene la suerte de que su alumna tenga acceso a internet, pero sabe que muchos niños no cuentan con los mismos recursos.
“El voluntariado me ha ayudado a crecer como persona y a darme cuenta que el internet no solo es un lujo, sino una necesidad. Sin acceso a internet y una buena señal se pueden paralizar los procesos de aprendizaje de un montón de niños y jóvenes”, reflexiona Valdez.
Augusta Alfageme es voluntaria a sus 70 años
El caso de Augusta es más que motivador. Es jubilada, trabajó en el Banco Central de Reserva como especialista senior del área de estudios económicos y sociales, y acaba de graduarse en Proactivo como coaching de vida. Conoció el voluntariado por su sobrina, quien también es tutora voluntaria.
Desde abril le da clases a una niña en Andahuaylillas (Cusco). “Me comunico con ella a través de llamadas telefónicas porque su mamá tiene datos de internet restringidos. No manejo mucho el inglés pero le enseño a través de canciones. Domino mejor los temas de ciencia y tecnología. Es una niña inteligente, despierta y dulce”, comenta.
Augusta es una muestra de que la edad no es limitante para crear un impacto positivo en la sociedad.
“Me siento la abuelita del programa porque la mayoría son jóvenes. Recomiendo a los adultos que se sumen a ser voluntarios. Tenía experiencia enseñando en la universidad pero es muy distinto hacerlo con niños y en estas circunstancias tan especiales. Fue un gran aprendizaje”, finaliza.
Talleres de arte para desarrollar habilidades emocionales
“Lo que buscamos es que los niños desarrollen habilidades emocionales o habilidades para la vida, que son justamente las que se desarrollan cuando están en contacto con otros alumnos en el colegio”, agrega Ciriani. Con este fin, han desarrollado Enséñame tu arte, un programa donde voluntarios artistas dictan talleres de arte, canto, manualidades y baile.
Además, enfocados en la importancia del bienestar emocional de los niños, las cabezas de la organización han logrado unir fuerzas con Merakids Learning y la Asociación educativa para el desarrollo humano (ASEDH), ambas organizaciones, a través de sus especialistas en psicología, se encargan de acompañar a los niños en todo el proceso de adaptación y contención emocional.
Convocatoria de tutores a nivel nacional
“Los padres de familia están bastante contentos. Un 89% de los padres considera que es muy importante la labor del tutor en el acompañamiento socioemocional de su hijo. Por el lado académico, un 93% de ellos dijo que es muy importante la labor del tutor en el desempeño de sus hijos. También, nos hemos comunicado con los profesores de los chicos y un 90% de ellos está contento y ha sentido la mejora de los alumnos desde que iniciaron en el programa”, asegura Ciriani.
Gracias a este aporte, otras escuelas en distintas regiones quieren ser beneficiarias de este apoyo. “Tenemos 5 colegios en espera para ser inscritos en el programa. Son bastantes alumnos que están en cola, por eso la convocatoria de tutores está abierta. Queremos empezar con fuerza el año que viene. El compromiso mínimo es de 3 meses como voluntario porque buscamos que se logre un vínculo con el niño”, invita Ciriani a sumarse al proyecto.
Campaña de donación y recolección de dispositivos
En muchas provincias del Perú, la conectividad a canales digitales es muy débil o no existe. Y en medio de una crisis de salud pública vemos cuán importante es el acceso a internet.
“Hicimos un mapeo en el que nos dimos cuenta de que los niños con más urgencia están en Ancash, Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Cusco, San Martín, Loreto y algunas partes de La Libertad. Tenemos más de 250 niños con problemas no solo de conectividad a internet sino que tampoco cuentan con dispositivos”, explica la cofundadora y coordinadora general de Enséñame Voluntariado.
Ante ello, el voluntariado viene realizando una campaña de donación y recolección de dispositivos, con el fin de obtener dispositivos móviles, computadoras, televisores, radios o cargadores en buen estado, que serán enviados a los niños de bajos recursos en enero del 2021.
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