El 16 de diciembre la Corte verá la sentencia de “caso Oyarce”
El 16 de diciembre la Corte verá la sentencia de “caso Oyarce”

La Corte Suprema se pronunciará en forma definitiva, el próximo 16 de diciembre, sobre el pedido de nulidad de la sentencia a 35 años dictada contra David Sánchez-Manrique Pancorvo en el proceso por la muerte del hincha aliancista.

La tragedia ocurrió durante una gresca entre hinchas tras finalizar un encuentro entre Universitario de Deportes y Alianza Lima (22 de setiembre de 2011) en el estadio Monumental de Ate. El joven Oyarce, de 24 años, cayó al vació desde la zona de palcos. Momentos después falleció.

El 5 de marzo de 2014, la Segunda Sala Penal de Lima sentenció a 35 años de prisión a David Sánchez-Manrique Pancorvo y a otro hincha de Universitario. El 17 de marzo del mismo año, la defensa del sentenciado interpuso recurso de nulidad.

En los últimos cuatro años, Rosario Pancorvo y David Sánchez-Manrique Tavella, padres del sentenciado, han sostenido de manera indesmayable, con la asesoría de los abogados José Urquizo y Loic Dumas, la convicción de que su hijo, si bien intervino en la gresca, no causó la caída del barrista de Alianza.

El padre del hincha crema asegura que la condena a 35 años a su hijo es desproporcionada, injusta, arbitaria y sin precedentes. “¿Cómo han podido sentenciar a 35 años a un joven que no tiene un solo antecedente penal ni policial, ni de violencia. A una persona que tiene domicilio conocido, que tiene dos carreras profesionales, que no tiene ni un antecedente de violencia?”, se lamenta.

Menciona que un asesino feroz como el holandés Joran van der Sloot, que mató a un muchacha peruana y fugó, recibió una sentencia de solo 22 años.

El abogado Urquizo agrega que la condena a David es igual a la que mereció Abimael Guzmán, el jefe terrorista “y homicida más grande de la historia de nuestra República”.

Sánchez-Manrique Tavella remarca que su hijo no fue capturado, se presentó voluntariamente y se puso a derecho.

También mostró indignación debido a que su hijo está sometido a un régimen especial cerrado diseñado solo para delincuentes de alta peligrosidad. “Es ilegal. Debería estar en un régimen ordinario por no tener antecedentes”, acotó Urquizo.

El Tribunal Constitucional está a punto de pronunciarse sobre un recurso presentado por la familia Sánchez-Manrique.

DEBE INHIBIRSE. Los padres del sentenciado tienen la esperanza de que la Corte Suprema, el próximo 16 de diciembre, revise la sentencia de 35 años, de modo que otro tribunal puede corregir “las irregularidades” del proceso y valorar “sin prejuicios” las pruebas y peritajes de su defensa.

La revisión estará a cargo de la Sala Penal Transitoria, presidida por el doctor César San Martín.

La defensa ha solicitado sin éxito que el magistrado San Martín se inhiba de conocer este caso.

José Urquizo fundamenta así las razones por las que este debe inhibirse. Asegura que el magistrado tiene vínculos de amistad y profesionales con los abogados José Ugaz y Luis Vargas Valdivia, abogados de la familia de Wálter Oyarce. Asegura que San Martín trabajó y ha sido socio del estudio jurídico de José Ugaz, por lo que es de esperar que favorezca en el fallo a la parte civil.

“Por ética, que se inhiba el doctor César San Martín”, pidió la señora Rosario Pancorvo.

Asimismo, asegura el señor David Sánchez-Manrique, los magistrados encargados del caso habrían sido objeto de presión por parte de diversos parientes del señor Wálter Oyarce, los cuales tienen fuertes vínculos personales con jueces y fiscales.

“La exvocal superior Janet Oyarce es hermana del señor Wálter Oyarce y es casada con el exfiscal superior Mario Cavero Velaochaga. Ambos han estado presentes en todas las audiencias del juicio oral. Asimismo, otra hermana del señor Oyarce es casada con el vocal superior de la Cuarta Sala Penal, Raúl Quezada Muñante. Estos vínculos familiares han favorecido a la familia Oyarce”, asegura el padre del acusado.

CONSPIRACIÓN. “Esto no ha sido un juicio, sino una conspiración”, reflexiona el abogado José Urquizo, y señala diversas irregularidades en el proceso. Uno de los testigos principales, Gonzalo Garcés, aseguró ante el tribunal que “un sujeto con polo crema con manchas rojas le levantó la pierna impulsándolo hacia arriba y arrojándolo al vacío”. El mismo testigo trató de involucrar al hincha David Sánchez-Manrique asegurando que llevaba un swetcher negro (especie de polera). Sin embargo, una fotografía tomada al momento de la gresca, y publicada por el diario Trome, muestra a sospechosos con polo gris plateado. Urquizo sostiene que su cliente estaba en la parte alta del palco y cara a cara con la víctima.

El abogado Loic Dumas menciona otras irregularidades, como la desaparición del pantalón de la víctima en la morgue de Lima. Se trata, dijo, de un elemento fundamental. “Hubiera podido demostrar si el pantalón tiene rastros, rezagos o manchas del muro. Implicaría que no habría sido empujado sino que se habría caído y hubiera tenido raspones, rezagos, restos”, comentó.

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