Casos de violencia familiar  en Junín se incrementan en 40% al año
Casos de violencia familiar en Junín se incrementan en 40% al año

Un niño de dos años al borde de la muerte, tras haber sido golpeado por su padrastro. Un cocinero se convirtió en homicida tras quitarle la vida a pedradas a un joven de 19 años. Un padre de tres hijas terminó con casi la mitad del cuerpo quemado a pocas cuadras de su casa. Una mujer acabó sin casa debido a que su pareja le prendió fuego, cuando le dijo que lo dejaría.

causas. Según las últimas estadísticas del Centro de Emergencia Mujer al mes se presentan un aproximado de más de 100 denuncias por violencia familiar, con un índice de crecimiento, con respecto a los años anteriores de un 40% solo en Huancayo. Para el psicólogo de la institución, Oscar Coronación, la sociedad sufre una crisis de valores por múltiples causas, la más importante que los padres no comparten con sus hijos, seguido de lo económico, social, emocional, hasta una predisposición genética. “En algún momento de su vida, estas personas han sufrido algún tipo de violencia, abuso sexual y desplazamiento afectivo, que es reemplazado por el alcohol, drogas, pandillaje. Ellos son conscientes de que hacen daño”, dice el especialista.

opiniones. Desde el punto de vista sociológico, estamos viviendo en una época marcado por el desconcierto y la violencia exacerbada, que pone en peligro y donde la vida de las personas esta en juego. Así el decano de la facultad de Sociología de la UNCP, Luis Manrique refiere que el problema se da por la nueva etapa en que vivimos, que es la globalización, época caracterizada por la relativización de los valores, la desesperanza y el autoconsumo. “Estamos ante una nueva sociedad y un nuevo hombre deshumanizado, sin sentimientos y sin limitaciones para la violencia. El hombre es víctima de sus pasiones. La violencia es controlado a través de la cultura y la moral, cuando esto se debilita aflora las pasiones más bajas”, agrega.

¿Qué hacer?. Para Luis Manrique lo que se requiere es que las instituciones, iglesias, familia, funcionen y trabajen de la mano. Pero más efectivo sería la reformulación de las instituciones, un nuevo tipo de constitución y la reorientación del país. “Debemos preguntarnos qué tipo de sociedad queremos y qué tipo de hombre formamos. queremos hombres de paz”, finalizó.

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