En Challhuahuacho, solo el 33% de la población terminó secundaria
En Challhuahuacho, solo el 33% de la población terminó secundaria

En los últimos 11 años, el distrito apurimeño de Challhuahuacho, donde opera la mina Las Bambas, ha recibido el impacto económico de la minería. No se puede negar que la actividad extractiva ha llevado beneficios a la jurisdicción; sin embargo, la minería no ha beneficiado a toda la población por igual. Aún existen, por ejemplo, brechas de acceso a servicios como educación, vivienda y saneamiento.

El último censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), del 2017, indica que solo el 33% (4987 personas) del total de la población (15,018) logró terminar la secundaria; 60.2% de las viviendas de la zona están construidas de adobe, y solo 41% de las casas están conectadas a una red pública de desagüe.

Educación. Según la socióloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Maritza Paredes Gonzales, el grueso de la población que culminó sus estudios secundarios (35%) sabe leer y escribir, y de alguna manera tiene la capacidad de entender documentos, realizar una negociación con la mina y de saber lo que está exigiendo de ella.

Además, señala que aproximadamente la mitad de los habitantes, entre aquellos que culminaron la primaria y los que no, solo sabe leer, escribir y tiene algunas nociones básicas de matemáticas y de conocimientos generales. Este es un pasivo para alguien que busque trabajar en la mina.

“Claramente, este es un tipo de población en donde el 50% de las personas no tienen la capacidad para responder a las demandas de trabajo que puede requerir la minería (que exige un personal con capacidades técnicas). Una persona con primaria completa difícilmente podría responder a esa oferta. Entonces, ahí hay una brecha importante”, señala la especialista.

Paredes manifiesta también que, pese a que la mayoría de la población es alfabeta, existe una brecha de género. Un 25.5% de mujeres (995) son analfabetas, en un distrito donde viven 6717 hombres que saben leer y escribir. La socióloga afirma que esto último podría ser debido a la gran cantidad de pobladores de sexo masculino 61.1% frente al 38.9% de féminas que hay en la localidad de Challhuahuacho.

VIVIENDAS

En cuanto al tema de vivienda, según las estadísticas de INEI, de las 3267 casas en esa jurisdicción, el 36.2% está construido con ladrillos y bloques de cementos, y el 16.3% está techado con concreto armado. En contraste, el 60.2% ha sido edificado con paredes de adobe y el 6.6% tiene techos con tejas. Respecto al tema del agua, el 41% (1341) de las viviendas se abastecen de este recurso mediante una red pública que está conectada al interior de las mismas; mientras que el 29.8% (973) lo hace desde una pileta de uso público.

Para la especialista, las características de las viviendas indican que se han logrado mejorías, pero no para toda la población. En ese sentido, dijo que esta situación podría estar complicando la situación actual del distrito.

“Muchas veces, uno no mira cómo se distribuyen los beneficios que pueden traer la minería y, generalmente, es de manera desigual. Si tu vas a comunidades campesinas como esta o incluso alguna otra que no tiene minería, vas a tener resultados (...) muy desigualitarios”, afirma.

Finalmente, Paredes Gonzales indica que en Challhuahuacho existe un serio problema de seguridad jurídica, ya que 2473 (75.5%) viviendas son propias, pero no cuentan con título de propiedad. Ello hace que las personas se sientan inseguras al no contar con un documento que les garantice que su propiedad les pertenece.

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