Pocos saben que ese personaje guerrero, bautizado por la población quechua como Shapish, nace en el Pincha cuna, ubicado a unos 3 km de la plaza principal de Chupaca, en el actual barrio San Miguel de Pincha.
Allí donde nace el Cunas Pilco, entre guindales, eucaliptos, nísperos, quinuales y retamas (entre Huanca y Awuishca), emergió la imponente figura del shapihs.
El Shapis Guillermo Melgar Carhuamaca, refiere que en el encantado valle del Cunas, yace el Machay, un hermoso paraje donde se danzó por primera vez el Shapish en el año 1,860, y que albergó también a la primera capilla con pared de adobes, techo de tejas, puertecilla en forma de arco, una ventana en la parte sur y un altar bonito de yeso en el fondo del recinto.
Esta capilla fue construida en honor a la Santísima Cruz de Mayo en 1861 y zafada gracias a la donación del terreno por don Pedro Orocaja Miranda, cuya Cruz del Quimichi fue acogida por don Lorenzo Melgar Cuadros; pues antes se rendía homenaje a la Cruz pasando de casa en casa entre los vecinos del barrio de Pincha el 3 de mayo de cada año.
En 1865 se introduce la danza del chuncho o chunchada, para rendir homenaje a la Cruz con una fiesta. El conjunto estaba conformado por varias parejas, en el que a las mujeres las llamaban chunchas mayores. Incluso don Lorenzo Melgar, traía danzantes desde Orcotuna para que acompañaran en el baile, al son de quenas, flautas y tamboriles, saboreando el huarapo y el carurin shactay (caña de la selva central), precisa Guillermo Melgar.
Posteriormente aumentaron otras cruces, que también, afirman, fueron traídas de Orcotuna y Tarma, acumulando tres cruces en la capilla a las que denominaron Tayta Era Huauyachico, Tayta Aloy y Tayta Ishpi.
Respecto a los instrumentos musicales, en 1,890 se introduce el arpa y el violín y a inicios de 1,900 don Ascencio Melgar Antezano, introduce el clarinete, apoyado por sus hermanos mayores Lucía, Tomasa y los caporales; destacando los músicos Hermenegildo Jiménez Pinpish, Ignacio Maraví Navarro Chucush en el violín, Bonifacio Galván Punish, Antonio Jiménez y Félix Julcapari Verástegui (de Aco).
En 1,930, don Emilio Melgar Paredes, reduce las parejas a tres y conformado únicamente por varones (ya no hay mujeres), para hacer de esta danza una auténtica representación del guerrero elegantemente vestido, al que llamaron Shapish, dotándolo de un mensaje (escaramuza y cachua chimacha).
Guillermo Melgar, refiere que cada año aumentaba el fervor religioso y la devoción a Tayta Mayo, y en 1,961 se construye la capilla grande, donde se festeja hoy. Este crecimiento de la fe a la cruz de mayo, hace también que la cantidad de aspirantes a caporales aumentara.
En 1990 se funda una asociación de danzantes con caporales pinchinos, participando Victoriano Bilbao, Beltrán Paredes, Gregorio Topalaya, Marcos Melgar, Emilio Lazo y Lucio Maraví y con el fin de tener un identificador en el concurso se le llama Pincha B, refiere William Melgar Huaynalaya, primer caporal derecho 2,015 del conjunto de Shapish San Miguel de Pincha Machay.