Grave sequía afecta a cultivos del sur y norte del país

La falta del recurso hídrico en las regiones del interior del país ha dejado notables secuelas en las actividades agraria y ganadera. Tanto en el norte del Perú como en regiones como Arequipa, la escasez de lluvias ha causado grandes pérdidas en el agro.

EN EL NORTE

La falta de lluvias en esta región ha dejado hasta el momento 3016 hectáreas de cultivo afectadas, según la información proporcionada por las autoridades locales y regionales de Defensa Civil, precisó el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

Además, Chulucanas, Huancabamba, Ayabaca y Morropón son las provincias más afectadas y donde se vienen adoptando acciones en respuesta a la emergencia.

Mientras que el Gobierno Regional de La Libertad ya habilitó pozos tubulares, que servirán para el traslado de 100 toneladas de broza de caña para la alimentación del ganado. La escasez de lluvias afectó también áreas de cultivo de arroz y fruta en la región Lambayeque.

AREQUIPA

Aproximadamente un 40 por ciento de los cultivos de quinua, papa, maíz y habas del valle del Colca se encuentran afectados por la escasez de lluvias en la región, lo que ha generado un impacto negativo en el agro, informó el vicepresidente regional de Arequipa, Walter Aguirre.

En esta región, las lluvias caen en los meses de enero y febrero, pero no se han registrado precipitaciones, lo que ha disminuido los niveles de agua en los reservorios.

Caylloma, La Unión, Condesuyos y Castilla son las provincias más perjudicadas y donde los agricultores dependen de las lluvias para poder regar sus tierras de cultivos de panllevar. Son alrededor de 3000 agricultores perjudicados por la falta de agua, motivo por el cual se llegó a instalar la mesa de Coordinación Agraria.

Por eso existe la necesidad de fomentar obras de infraestructura de riego, a fin de que en el futuro se pueda afrontar las épocas de sequía y no sean afectadas la agricultura y ganadería.

Se señala que se debe fomentar también el uso de pozos tubulares para extraer las aguas subterráneas, como se viene haciendo en el norte del país.