"Héroes de leyenda" cusqueños

Justo y merecido fue el reconocimiento a once personalidades cusqueñas que a lo largo de sus vidas, como buenos atletas, no se cansaron de brindar los más grandes logros a la historia del deporte de la región.

En una ceremonia cargada de emociones y gloriosos recuerdos, en la que previamente se rindió un minuto de silencio en honor al quien fuera presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y destacado corredor Eduardo “Chachito” Dibos, cuya desaparición fue sentida por todo el país, se comenzó con la gala y reconocimiento a los mejores deportistas del 2014 , quedando para el final la premiación a los mejores exponentes de tiempos pasados y gloriosos

Laureles. Fue la primera en ser llamada y su imponente presencia de inmediato se hizo notar, Silvia Pinto Almanza, basquebolista que integró diversas selecciones nacionales, con las que logró el Oro Bolivariano a inicios de los años 80’s y una impecable trayectoria, la cual su nombre se inmortaliza en los Laureles Deportivos ubicados en el Estadio Nacional, como muestra del orgullo cusqueño.

El Cóndor. Ramón Zavaleta Alemán , vecino notable de Wanchaq, tanto que una de sus calles lleva su nombre, a mérito de ser un digno representante del Perú en las olimpiadas de Los Ángeles 1984, en la disciplina de ciclismo, con marcado éxito que lo llevó a ser conocido mundialmente como el “Cóndor de los Andes”.

Arte. Considerado como uno de los impulsores de la gimnasia en Cusco, campeón sudamericano de la materia, Augusto Kim Impesa Chacón, se desempeña hoy en la Federación Peruana de Gimnasia, recibió los honores conjuntamente que con el notable entrenador de la disciplina Pacífico Butrón Chaparro.

“paluco”. El fútbol también tuvo su espacio, pues el Deporte Rey no podría ser ajeno a la gala deportiva, en la que se premió a Frank Palomino Olazabal, otrora jugador del “Papá de América”, equipo con el que logró la primera clasificación a la Copa Libertadores en la historia del Cienciano además de integrar en varias oportunidades la selección nacional, hoy dedicado al descubrimiento de nuevos valores.

Cinturón. Fue el momento más emotivo de la ceremonia, pues la karateka, considerada deportista calificada de alto nivel, Rocío Enríquez Leiva, asistió a la premiación en medio de un profundo dolor por la pérdida de su padre.