Hotelería: Tendencias, desafíos y cambios en el perfil del viajero corporativo

Ricardo Dolcemascolo, gerente general de Novotel Lima. Lleva 10 años en Accor.

Actualizado el 27/10/2022, 10:52 p.m.

Viajar estuvo en pausa durante 2020 por la pandemia de COVID-19, con la aplicación de vacunas y la reducción de casos a nivel mundial las medidas de bioseguridad se hicieron más flexibles. Sin embargo, en su momento más complicado y doloroso que nos trajo la pandemia, todos los negocios tuvieron que buscar la manera de sobrevivir y buscar la fórmula de reinventarse.

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En el caso del rubro hotelero, uno de los más golpeados juntos al sector turismo, tuvo que cerrar por meses y a puerta cerrada ofrecer servicios para los turistas que necesitaban aislarse, como parte de los protocolos, o brindar espacios de conectividad para brindar capacitaciones o charlas laborales de manera remota. Todo cambió.

Para Ricardo Dolcemascolo, gerente general de Novotel Lima, todas las industrias pasaron por un periodo de transición, que se caracterizó por la captación de nuevas ideas y desde mediados del año pasado se viene desarrollando una paulatina recuperación.

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¿Cómo se adaptaron durante la pandemia?

Al inicio trabajamos con eventos virtuales. Ofrecíamos nuestros espacios a facilitadores, capacitadores, entrenadores para que desde el hotel tengan los recursos tecnológicos y den capacitaciones presenciales a un reducido grupo, pero en paralelo de manera virtual con más de 600 personas de cualquier parte del mundo.

Asimismo, nace el concepto de Wojo, que permite disfrutar de las comodidades del hotel y usar los espacios para realizar un trabajo remoto en óptimas condiciones.

¿Cuánto han cambiado los viajeros corporativos en estos dos años?

Los viajeros corporativos combinan su viaje de negocios con turismo. Lo que se conoce como Bleisure, que combina el business and leisure (negocios y ocio). Las personas viajan menos veces al año, pero extienden su período para realizar actividades laborales y descansar. Hemos dado vital importancia a los espacios de entretenimiento como la piscina y gimnasio. Los ejecutivos valoran más su tiempo, priorizan su seguridad y buscan cumplir con sus metas laborales, reorganizando su agenda anual.

¿Cómo identifican las necesidades de los viajeros?

Contamos con una encuesta de servicio que se realiza al final de la estadía y vemos qué podemos hacer mejor. También tenemos contactos estrechos con todas las empresas con las que trabajamos y nos plantean sus necesidades. Y por último, es nuestra propia intuición, entender qué pasa en el mercado, que eso es fundamental, un hotelero sin intuición no es hotelero. El huésped va a seguir cambiando. Yo creo que el año que viene vamos a descubrir más cosas, más necesidades del huésped, pero creo que por lo menos esta tendencia del bleisure se va a mantener.

¿El ambiente político nacional de alguna manera ha afectado al rubro hotelero, al turismo?

Se podría decir que pudiera haber afectado eso, pero en realidad con la pandemia es muy difícil establecer una separación. Creo que todos los países se vieron afectados con la pandemia. No se podría diferenciar si la situación política en particular de Perú fue un punto de inflexión en el momento. Siempre las situaciones políticas confusas traen perjuicio a la industria en general.

¿Cuál es la expectativa para el próximo año?

Tenemos una expectativa muy buena para el segundo semestre del 2023 y nuestra aspiración es que para el 2024 ya tengamos una casi normalidad. Entendemos que el 2023 es un año todavía de transición. Hay un fervor de la gente de salir y disfrutar, creo que la oportunidad está en ofrecer una versatilidad no solo para un rubro, en lo corporativo, sino en abrir la mente en general. Es un periodo de adaptación y transición. Estoy seguro que para el 2023 las empresas van tener más ordenado su visión e inversiones, y eso nos va permitir evolucionar.