Huancavelicana Zenaida López Molina​: "Todo lo recorrido ha valido la pena"
Huancavelicana Zenaida López Molina​: "Todo lo recorrido ha valido la pena"

Zenaida Espinoza Molina es una exitosa empresaria textil que da trabajo a decenas de personas, tiene varias tiendas en Gamarra y fabrica 2500 camisas semanales, incluso en algunas ocasiones, como el inicio de campañas escolares o fiestas patrias, duplica su producción, sobre el esfuerzo que hizo para consolidar su empresa, conversamos con esta huancavelicana exitosa.

Empresaria textil. Tiene varias tiendas y produce las camisas “Jhon Panucci, da empleo a muchos trabajadores y sus productos textiles están a punto de venderse en el extranjero

¿En qué año emigra de Huancavelica a Lima y cuáles fueron sus objetivos tras dejar la Tierra del Mercurio?

Al terminar el colegio, con el apoyo de mis padres y con el anhelo de ser profesional. Llegué a Lima en el año 1984; sin embargo, al poco tiempo de ello falleció mi padre, lo que me obligó a trabajar para costear mis estudios y subsistencia.

¿Cómo empezó su actividad laboral en la capital? 

Al inicio no fue fácil, empecé cosiendo en una fábrica de prendas de vestir, gracias a mis conocimientos básicos de costura que obtuve en el colegio, pero en la fábrica se usaban máquinas industriales y no las sabía usar, incluso varias veces me pinché los dedos hasta que aprendí. Para cumplir con mi trabajo tuve que dejar mis estudios.

¿En qué momento y circunstancias inicia su negocio propio? 

Siempre tuve anhelo de superación, junto a mi hermano, en el año 1989, empecé el negocio de la confección de polos, pero no tuvo buenos resultados. Entonces decidí emprender otro negocio y como tenía conocimientos textiles, invertí todo mi capital en la confección de camisas. Este capital era producto de mis ahorros y de algunos préstamos. Decidí arriesgar, mi primera producción fue solo de 40 camisas y gracias a Dios se vendieron todas, luego fui aumentando paulatinamente a 60 y 80 camisas y el negocio fue creciendo.

¿Para usted lo primordial siempre fue el trabajo? 

Así es, a diferencia de muchas jóvenes que tenían espacios de diversión, yo dedicaba el 100% de mi tiempo al trabajo, donde desempeñaba diferentes labores, algunas me demandaba mayor esfuerzo físico como cargar al hombro decenas de kilos de tela, a veces recibía críticas de una sociedad machista que discrimina a las mujeres cuando éstas gerencian su propio negocio. Pese a ello, mi consigna era seguir adelante, además me llenaba de alegría que mis esfuerzos empiecen a dar frutos.

¿Qué dificultades pasó para consolidar su empresa? 

No todo fue color de rosa, cuando creía que todo estaba marchando bien, entre los años 1994 y 1995 sufrí un accidente que me dejó postrada en cama por cuatro meses; en seguida falleció mi madre y para ahondar la mala racha, se incendió mi taller que al mismo tiempo era mi vivienda. En ese momento sentí morir, literalmente me quedé en la calle. Felizmente mis ganas de salir adelante no sucumbieron, al día siguiente acudí a la tienda donde vendían máquinas de coser y donde, por ser una cliente de confianza, sin ningún pago inicial me dieron a crédito las máquinas que necesitaba. Así, con máquinas nuevas y con un capital mínimo, mi empresa volvió a nacer y esta vez afortunadamente para volar más alto.

¿Cómo está ahora su negocio? 

Se ha consolidado, tiene decenas de trabajadores y produce poco más de 2500 camisas semanales, llegando a duplicarse en épocas festivas o en campaña escolar. Algo que me genera mucha satisfacción es ver que varios de mis ex trabajadores, han ingresado con éxito al rubro de la confección de ropa y que cientos de vendedores de diferentes partes del país encuentran en las camisas que produzco “Jhon Fanucci”, una oportunidad de sustento para sus hogares.

¿Qué le diría a los pobladores huancavelicanos que quieren incursionar en algún negocio sea textil o de otra índole? 

Que perseveren, que al final el trabajo y esfuerzo rinden frutos, en Huancavelica existe gente muy luchadora y capaz, solo les hace falta un pequeño empujoncito para que puedan desarrollarse y crecer, ojalá entidades públicas y privadas apoyaran más a los microempresarios y personas emprendedoras.

¿Cuáles son sus próximos retos? 

Seguir mejorando la calidad de mis productos y conquistar el mercado internacional, para ello todo el equipo que trabaja conmigo debe estar preparado.

¿Cómo recuerda sus inicios y cuál es el balance que hace de su experiencia laboral y personal?

Todavía recuerdo el año que llegué a Lima, tenía algunos planes, pero la vida me llevó por otros caminos y en ellos hallé mi verdadera pasión, siendo el esfuerzo y la perseverancia, las claves del éxito.

Sin duda el balance es positivo, pero nunca hay que envanecerse ni creer que ya se ha llegado al límite, no debe haber conformismo y cada persona debe buscar seguir creciendo en cualquier trabajo que desempeñe.

En mi experiencia personal estoy contenta, soy feliz y tengo una bella familia, ahora que estoy próxima a cumplir 50 años, estoy segura que todo lo recorrido ha valido la pena y las dificultades me han dado más fuerza para salir adelante.

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