Implementarán programa para personas afectadas por contaminación minera

El Consejo Regional de Junín aprobó, por unanimidad, implementar la ordenanza regional N° 141 del 2012, que declara de interés y necesidad pública la atención prioritaria especializada a personas afectadas por la contaminación ambiental en la provincia de Yauli-La Oroya.

La ordenanza establece que la Dirección Regional de Salud (Diresa) formule, implemente y ejecute un programa de atención especializada para la población afectada por la contaminación de plomo, arsénico, cadmio y otras sustancias tóxicas. También incluye a las ciudades que pueden verse perjudicadas por esta situación.

Además, propone crear el registro regional de personas desplazadas y afectadas por la contaminación ambiental, a fin de que las autoridades y las empresas responsables del daño establezcan mecanismos de atención.

Asimismo, se derivó a la comisión permanente de presupuesto del Consejo Regional la solicitud del director Regional de Salud, Norberto Yamunaqué, para asignar una partida a fin de formular el perfil de un proyecto y elaborar los estudios técnicos que servirán para implementar la mencionada ordenanza. El monto solicitado es de 50 mil nuevos soles y servirían para la contratación de servicios de consultoría, campañas médicas y censo de beneficiarios.

ESTUDIOS. Un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) señala que la población de La Oroya ha estado expuesta a altos niveles de contaminación del aire, debido a las emisiones tóxicas del complejo, que incluyen plomo, cadmio, arsénico y dióxido de azufre.

El mismo informe revela que, a mediados del 2000, La Oroya fue identificada como una de las 10 ciudades más contaminadas del mundo.

Según la ONG Vida, se estableció valores superiores a los 2000 mg/kg de plomo en algunas casas, pero el valor estándar nacional es de 140 mg/kg, es decir 10 veces más el valor considerable permisible. Investigaciones independientes realizadas en el lugar revelaron que el 97% de los niños y niñas de entre 6 meses y 6 años, y el 98% de los infantes que tienen de 7 a 12 años, presentan niveles elevados de plomo en la sangre.