Incendio deja vivienda de ancianos en ruinas

La noche estaba despejada, a diferencia de días anteriores no caía lluvia y en el barrio de Yananaco todo transcurría con normalidad, hasta que de improviso, vecinos que caminaban por la zona observaron cómo grandes lenguas de fuego ardían dentro de una vivienda, arrasándolo todo. A pesar que decenas de lugareños colaboraron para tratar de controlar las llamas no pudieron evitar que la morada quede en ruinas.

Dos ancianos sufrieron la peor experiencia de sus vidas cuando su casa quedó arrasada por un incendio que consumió casi la totalidad del inmueble.

El terrible hecho que causó gran impacto entre los testigos, ocurrió al promediar las 10:30 de la noche, en el domicilio de los esposos Patricio Cayetano Escobar (89) y Filomena Ñahui Clemente (90), ubicado en la intersección del jirón Colonial y el Pasaje Domingo Chávez, en el barrio de Yananaco.

VELAS PRENDIDAS. Las causas que propiciaron el lamentable siniestro están en investigación, sin embargo algunos vecinos narraron que la dama acostumbraba a prender velas a varios de los santos de los cuales es devota, también para recordar a sus difuntos seres queridos.

Presuntamente la octogenaria habría dejado prendidas las velas que originaron el devastador incendio.

SOLIDARIOS. Un aspecto de la triste incidencia que llamó la atención fue la solidaridad de los vecinos, pues prácticamente todos colaboraron para apagar las llamas, portando baldes de agua, hombres, mujeres y niños ayudaron a extinguir el fuego que amenazaba con propagarse a las otras viviendas.

Transcurridos varios minutos llegaron miembros de la Compañía de Bomberos, de la Policía Nacional, Serenazgo y Samu quienes también batallaron para controlar el siniestro, objetivo que lograron tras largos minutos de dura labor.

EN RUINAS. A pesar que no hubo pérdidas humanas ni heridos que lamentar, la morada de los ancianos quedó prácticamente inservible, pues se quemaron todos los cuartos con las camas incluidas, además frazadas, ropa, tejidos, pellejos de carnero y llama, un horno de panificación, maquinas de tejer, artefactos eléctricos, abarrotes, entre otros valiosos bienes, por ello los damnificados estaban comprensiblemente desolados.

Se supo que los ancianos son bastante conocidos y estimados en la zona, vecinos contaron que por años se dedicaron al negocio de la panificación y que otrora tenían su panadería.

Hasta el lugar también llegaron los hijos de los protagonistas quienes mostraron su congoja, justamente los longevos dormirían en casa de alguno de ellos pues la vivienda siniestrada quedó inhabitable.