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Hace tres años, una chispa de fuego producto de una máquina soldadora originó un incendio y redujo a cenizas por lo menos seis puestos de venta en el interior del principal centro de abastos de . Ayer los comerciantes del mercado Miguel Grau revivieron ese amargo pasaje con el desarrollo de un simulacro de sismo y un incendio. El objetivo era poner a prueba la rápida reacción de los comerciantes ante un desastre que podría originarse en cualquier momento.

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“Se está haciendo este trabajo con la finalidad de reordenar las vías de evacuación. Está prohibido colocarse en la puerta, en los pasadizos, ese es nuestro objetivo. Tenemos que reordenar el mercado para evitar pérdidas de vidas. Para eso sirve esta capacitación”, señaló Alejandro Maraza, Subgerente de Comercialización de la Municipalidad de .

Un fuerte contingente policial y bomberos ingresaron al mercado para evacuar a los que quedaban atrapados producto de la caída de sombrillas y techos tras el fuerte sismo. Cada uno de ellos fue trasladado a los cuatro puntos de rescate que se habilitaron tras la capacitación que se hizo a los comerciantes. “Con ello estamos viendo en tiempo real la reacción de los conductores de los diferentes puestos, de tal manera cuando haya una emergencia sean atendidos adecuadamente”, indicó Ricardo Navarro, gerente de Transportes de la MPT.

El mercado Grau atiende a diario a cerca de 5,000 compradores, sin embargo esta cifra podría incrementarse a 8,000 usuarios en días de fiesta, señalaron dirigentes del mercado de abastos.

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