Si hablamos de peruanas que hayan demostrado la resiliencia y fortaleza de la mujer, sí o sí tenemos que resaltar el recorrido de Indyra Oropeza, una mujer de hoy 30 años, que con solo 20 años y una niña de 2 años, enfrentó al cáncer, contó su historia e inspiró a todas aquellas pacientes oncológicas que siguen en su lucha.
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Diez años después de su diagnóstico, la vida de Indyra cambió completamente. Se convirtió en una de las activistas de la Ley Nacional del Cáncer más importantes, abrió su blog “Con L de Leucemia”, fundó la ONG con el mismo nombre, publicó su libro y permanece en pie de lucha para que todos los pacientes que padezcan esta enfermedad, cuyo costo de tratamiento es tan alto, tengan acceso a una cobertura universal y gratuita.
Por el Día de la Mujer y a fin de homenajear a aquellas peruanas que se han convertido en líderes, nos comunicamos con la escritora, bloguera, abogada, expositora y madre, Indyra Oropeza, para que nos cuente un poco de su historia.
¿Qué pensaste cuando te diagnosticaron la enfermedad siendo tan joven?
Yo creo que lo primero que sentí fue miedo, porque es algo que, si bien uno conoce por escuchar que otras personas son diagnosticadas con cáncer o al verlo en las noticias, en ningún momento se nos pasa por la cabeza, menos cuando tenemos 20 años, que nos pasará a nosotros. Creo que fue más que todo miedo, miedo a lo desconocido. Es un montón de incertidumbre sobre lo que iba a pasar.
¿Consideras que tu forma de apreciar la vida cambió desde que enfrentaste el cáncer?
Sí, definitivamente cambió un montón mi perspectiva porque yo creo que damos un montón de cosas por sentadas y cuando te pasa algo tan grande como el cáncer, que es un diagnóstico que suena bastante fuerte, bastante feo. Y ya son diez años desde mi diagnóstico y mi tratamiento, entonces sí, aprendí a apreciar muchísimo más las cosas cotidianas y definitivamente me di cuenta de que dentro de mí tenía una fuerza que no conocía y que sigo descubriendo todos los días.
¿Quiénes formaron parte de tu red de apoyo para afrontar la enfermedad?
Mi red de apoyo más fuerte, creo, que fue mi familia nuclear: mis papás, mis hermanos y mi hija, porque algo que ellos hicieron me ayudó mucho. Ellos nunca dejaron de tratarme como la persona que yo siempre he sido. Porque cuando te diagnostican cáncer, algo que pasa mucho es que la gente deja de verte como persona y ven más a la enfermedad. Entonces, dejan de tratarme como Indyra y pasan a tratarme como una persona con cáncer. Y en mi familia no pasó eso. Estoy segura de que mis papás han llorado a escondidas, se han sentido mal y yo no los he visto, pero a mí siempre me trataron sin lástima. Si bien yo tenía una enfermedad, no era como un drama o un victimismo, y eso me ayudó bastante. En vez de tomar una posición de víctima, tomé la responsabilidad y me hice cargo de lo que me estaba sucediendo.
¿Sentiste que al contar tu historia en tu blog apoyaste a otras personas y a la vez te sentiste apoyada en tus lectores?
Sí, fue un paso que di con bastante temor porque sé que hablar de cáncer no es bonito, involucra muchas cosas que no son bonitas, pero grande fue mi sorpresa cuando comencé a contar sobre mi proceso. Ya estaba trasplantada de médula, ya estaba recuperándome. El saber que de alguna manera podía acompañar a otras personas durante su proceso de cáncer o ayudarlas mientras ellos acompañaban a alguien más. Porque me escribían no solamente pacientes, sino también los familiares, incluso personas con otros diagnósticos. Yo creo que quitarle el miedo y el estigma a este tipo de enfermedades te ayuda un montón para no sentir ese miedo y esa incertidumbre que yo sentí al inicio.
¿En algún momento durante su proceso pensaste en rendirte?
Sí, incluso ahora creo que hay días malos y días buenos. Yo creo que no es un proceso lineal. Hay subidas, hay bajadas. Hay días en los que te va super bien y sientes que puedes con todo, y hay días en los que todo puede contigo. Pero yo creo que es básico que uno se puede cansar de lo que le está pasando, no necesariamente un diagnóstico, puede ser cualquier tipo de situación, pero uno descansa pero no se rinde; sigues adelante, nada más.
Hoy, tras superar la enfermedad, abrir tu blog, publicar tu libro, fundar una ONG, ¿consideras que has cumplido con tu meta en la vida o vas por más?
Yo creo que todavía voy a ir por mucho más, o sea, me siento muy orgullosa de lo que he logrado hasta el día de hoy. Si a la Indyra de 20 años le contaras lo que está haciendo la Indyra de 30, no te creería porque nunca creí que dentro de mí estaba esa resiliencia y esa fortaleza para poder salir adelante a pesar de todas las cosas que te pueden topar en tu vida, que pueden ser diagnósticos u otras cosas, otros problemas. Entonces, sí, definitivamente quiero seguir haciendo más, quiero seguir ayudando a más personas. Y que mi ayuda no sea solo para mí, sino también para el resto.
¿Qué le dirías a la Indyra antes de la enfermedad?
Le diría que todo va a estar bien, que el mundo se nos va a caer, pero con todo eso que se nos ha caído, vamos a construir algo mejor y más bonito. Y que confíe más en ella.
En tus redes sociales muestras como en algunos eventos vas acompañada de tu hija. ¿Crees que ella te está tomando a ti como ejemplo, al igual que con otras mujeres en posiciones de liderazgo, como para darse cuenta de que las mujeres podemos con mucho más de lo que se cree?
Sí, yo creo que está marcando una diferencia bastante grande en mi hija. Ahora ella tiene 12 años, cumple 13 en agosto. Y sí, creo que ha marcado una diferencia el hecho en que me vea a mí y a otras mujeres tomando decisiones relevantes con respecto al país, con respecto a los cambios que una quiere lograr porque muchas veces queremos cambiar el mundo, pero sentimos que no vamos a poder y yo creo que viendo, no solo mi ejemplo, sino de todas las mujeres que me rodean y que están en puestos de liderazgo, está haciendo que ella se dé cuenta de que en realidad el cielo es el límite y ella puede salir y hacer lo que sea que se proponga.
En esa línea, ¿crees que es importante que haya más mujeres en puestos de liderazgo y que sirvan de ejemplo para las niñas y adolescentes?
Yo creo que las mujeres debemos estar en todos los lugares donde se toman decisiones. Es muy importante que haya representatividad de parte de nosotras en todos los lados. Y yo creo que el ejemplo que estamos poniendo las mujeres de hoy en día, que estamos en posiciones de liderazgo, donde sea que estemos, sea en una empresa, en nuestras propias casas o, en mi caso, desde una ONG, estamos de alguna manera sentando el ejemplo para las niñas.
Para terminar, ¿qué mensaje le darías a aquellas mujeres que están enfrentado una situación difícil en sus vidas?
Les diría que las entiendo, que sé que es un proceso difícil, que no es fácil, pero dentro de cada una de nosotras está esa fuerza para salir adelante y estoy segura que ellas la van a ir descubriendo en el camino. Hay luz al final del túnel y van a salir