Ineficiencia impide que se juegue crucial partido
Ineficiencia impide que se juegue crucial partido

La falta de capacidad por parte del  para diseñar un operativo que logre prestar el resguardo necesario a un encuentro de alto riesgo como el que hoy iban a protagonizar  en Trujillo, además de la ineficiencia de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional para tener un plan de contingencia que permita la celebración del partido, obligaron ayer a la cancelación del crucial encuentro.

Trujillo. Las razones del general PNP César Gentille para no autorizar el partido se basan en que el contingente policial con el que se cuenta en Trujillo no puede encargarse de manera simultánea de brindar seguridad a los Juegos Bolivarianos de Playa que hoy se iniciarán en esta ciudad y al encuentro entr0e íntimos y rimenses que atraerá a 25 mil hinchas al estadio Mansiche. “La Policía no está en la capacidad de implementar efectivos debido al desarrollo de los Bolivarianos y a la realización de un partido de riesgo como la definición del campeonato, además la Policía ya está comprometida con los Juegos”, expresó ayer Gentille durante la conferencia de prensa que brindó en Trujillo.

Contingencia. Sin embargo, la falta de decisión por parte de la Policía para encontrar una solución y diseñar un plan de contingencia para dar protección a los hinchas que iban a acudir al estadio, no solo tendría sus orígenes en el plano logístico, sino también en la falta de voluntad por parte del ministro del Interior, Daniel Urresti, quien ha tenido serios enfrentamientos con el titular de la FPF, Manuel Burga, a quien tildó de payaso por las actitudes que mostraba para manejar el fútbol peruano. “No se puede jugar en Lima, todos nuestros agentes están con el tema de la COP20 y en Trujillo con los Juegos Bolivarianos, así que de ninguna manera se puede jugar en estas dos ciudades”, expresó ayer en la tarde Urresti en Lima para refrendar la medida que Gentille había tomado en Trujillo.

“Estamos en la incertidumbre, esperamos que los equipos decidan donde van a jugar. Ellos escogerán la sede y ahí se jugará el encuentro”, añadió luego el ministro Urresti.

El impasse ha dejado de ser netamente deportivo para tomar matices políticos entre entes como la Federación Peruana de Fútbol, la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional y el Ministerio del Interior que, ante la negativa mostrada para autorizar que el cotejo se juegue en Lima o Trujillo, ha puesto en jaque al fútbol nacional.

AUSENCIA. El gerente general de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional, Enrique de La Rosa, fue el único dirigente de esta institución que se encargó de buscar una solución en Lima y Trujillo. El titular de la ADFP, Julio Pastor, estaba en Asunción para asistir al sorteo de la Copa Libertadores 2015. Lo mismo sucedía con el mandamás de la FPF, Manuel Burga, quien también se encontraba en Paraguay como integrante de la cúpula de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Enrique de La Rosa trató de transar con Gentille para que el cotejo se juegue de todas maneras en Trujillo. Incluso le solicitó movilizar 200 efectivos de Chiclayo a Trujillo y otro número similar desde Piura, pero el alto mando trujillano no accedió al requerimiento del dirigente.

Al parecer, la orden de no autorizar la realización del encuentro venía desde el despacho del ministro del Interior, Daniel Urresti, quien ha preferido abocarse a la COP20 en Lima y a los Bolivarianos en Trujillo antes que preocuparse en dar resguardo a los partidos del fútbol local.