Cientos de vendedores informales prácticamente han tomado las principales arterias del distrito de Pucusana, ubicado a la altura del kilómetro 57 de la Panamericana Sur.

En un recorrido efectuado por Correo, se pudo comprobar que diez cuadras antes de llegar a la playa los comerciantes informales se instalan en las veredas para acomodar su mercadería.

Flotadores de colores, ropa de baño como bermudas y bikinis de diversos modelos, toallas, sandalias, baldes playeros, dulces y chicha helada, son algunos de los productos que ofrecen en plena vía pública, situación que hace muy difícil que los pobladores y veraneantes puedan caminar por la zona.

A esta caótica situación se suma la hilera de autos parqueados a ambos lados de las tres primeras cuadras de la Av. Alfonso Ugarte. Debido a que dichas unidades se estacionan en plena avenida, el espacio para que otros vehículos circulen por allí es muy angosto, demorándose más de diez minutos en efectuar el recorrido a lo largo de esa vía.

MOTOTAXISTAS. Al desorden vehicular se suman los mototaxistas que trasladan a los bañistas hasta la playa y utilizan cualquier lugar de la vía pública para dejar a sus pasajeros.

Los vecinos de esta localidad sureña manifestaron que ya le han solicitado a la Municipalidad de Pucusana que ponga orden en el lugar, pero simplemente no son escuchados.

"Todos los domingos es el mismo problema: el otro día no pude sacar mi auto", afirmó un mortificado vecino de la cuadra 3 de la Av. Manco Cápac.

De otro lado, en el balneario se vendía cerveza en la playa sin mayor problema, pese a que está prohibido, y no había personal de Serenazgo para evitarlo. Tampoco se contaba con la bandera de playa saludable y los salvavidas brillaban por su ausencia.

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