La convivencia ha superado ampliamente al matrimonio como principal forma de unión en el Perú, especialmente entre mujeres jóvenes y de bajos recursos. Así lo revela el informe N.º 2 “Estados maritales de las mujeres en Perú”, elaborado por el Observatorio de Familia del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura (UDEP), con base en los datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes).
El estudio señala que el 52 % de las mujeres entre 20 y 24 años convive con su pareja, frente a solo un 5 % que está casada. En contraste, entre las mujeres de 45 a 49 años, la convivencia alcanza el 38 %, mientras que el matrimonio llega al 33 %, mostrando una transición generacional.
Contrario a lo que podría asumirse, la convivencia no es más común entre mujeres con mayor educación. Es más frecuente entre quienes tienen menor nivel educativo, donde predomina como una estrategia frente a la inseguridad económica. En cambio, las mujeres con educación superior tienden a postergar la vida conyugal y presentan mayor proporción de solteras.
A nivel geográfico, la convivencia predomina tanto en zonas rurales (53 %) como urbanas (45 %), aunque las mujeres rurales tienden a iniciar su vida en pareja a edades más tempranas, con un promedio de 19 años frente a los 21 en ciudades. Esta brecha se amplía según nivel educativo y económico: las mujeres sin educación comienzan sus uniones a los 18.6 años, mientras que aquellas con estudios superiores lo hacen a los 23.5 años.
El informe también alerta sobre las implicancias sociales de esta tendencia. La Mgtr. Gloria Huarcaya, responsable del estudio, advierte que “las convivencias están asociadas con mayores niveles de insatisfacción conyugal, inestabilidad, violencia y menor acumulación de riqueza en comparación con los matrimonios”.
Estos hallazgos ofrecen una radiografía actualizada de la vida en pareja en el Perú y evidencian la necesidad de adaptar las políticas públicas en materia de niñez, protección social, vivienda y derechos de las parejas no casadas.