Fotos: Captura Punto Final
Fotos: Captura Punto Final

Eduardo Enrique Albarracín Trillo vivió casi 30 años en Perú como un ciudadano ejemplar: empresario hotelero, controlador aéreo en el Aeropuerto Jorge Chávez y padre de familia. Sin embargo, su verdadera identidad era Christian Miguel Orosco Palomino, un prófugo de la justicia estadounidense acusado de asesinato desde 1996.

Orosco, quien había sido arrestado en Miami por disparar un arma y luego acusado de matar a James Christian Schwarz, huyó a Perú y creó una nueva identidad mediante un registro tardío de nacimiento.

Con documentos falsos, ingresó a la Fuerza Aérea y trabajó en Corpac, manteniendo una vida acomodada y sin levantar sospechas.

La investigación policial peruana, en coordinación con el FBI, detectó inconsistencias, como que Albarracín llamaba “mamá” a la madre de Orosco y que ambos nacimientos fueron inscritos en la misma municipalidad.

La comparación de huellas dactilares confirmó que eran la misma persona. Tras su captura en Lima, Orosco enfrenta un pedido de extradición a Estados Unidos para responder por el homicidio. Este caso expone fall

as institucionales en el control de identidad y demuestra que, aunque cambie de nombre, el pasado criminal puede ser descubierto.

TE PUEDE INTERESAR