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Estaba muerta sobre su cama. Sus manos abrazaban su osito de peluche mientras la pequeña luz de su ventana mostraba la escena escalofriante. En el piso, había una hoja escrita con mala caligrafía: “Muero porque mi padre es un perro”, decía.

Se trata de la joven identificada como Luz Muñoz Pérez, universitaria que vivía en el pasaje San Francisco, en Ocopilla. Allí había alquilado un cuarto en la propiedad de Héctor Rojas Blas y vivía sola. Días antes de este fatal suceso la habían visto discutiendo con su enamorado.

LA ENCUENTRAN. Ayer, la madre de Héctor se percató de que la ventana de la habitación de la joven estaba cubierta con un mantel. Eso no era común, así que llamaron a la puerta de la chica, pero no respondía.

En el umbral de la puerta hallaron un hoja escrita: “Yo Liz me muero por culpa de mi papá. Abuela mi papá es un perro”, decía.

Hasta el lugar llegaron agentes del serenazgo Huancayo quienes constataron la muerte de la joven, que tenía una cuerda en el cuello. Luego, la policía y el fiscal se apersonaron para el levantamiento del cadáver y el traslado a la morgue.