La historia de dos mujeres que enfrentaron a SL y fueron asesinadas
La historia de dos mujeres que enfrentaron a SL y fueron asesinadas

"La revolución no es muerte ni imposición, ni sometimiento, ni fanatismo...". Con estas palabras la exteniente alcaldesa de y dirigente local de dicho distrito, , increpó en setiembre de 1991 al grupo terrorista  luego de que este la acusara injustamente de haberse apoderado del dinero de unas donaciones provenientes de entidades extranjeras. Pero, el sentimiento de rechazo hacia las prácticas de esta agrupación, liderada por Abimael Guzmán, lo expresaba desde mucho antes, cuando la presencia de Sendero Luminoso comenzó a hacerse más notoria en esta zona de la capital.

María Elena Moyano fue una estudiante de sociología, luchadora social, activista y feminista. Tenía un claro interés en hacer que el papel de la mujer peruana fuese más protagónico y que pasase de ser "una masa de trabajo, como peonas" a dirigir las comunidades. Conocida como "Madre Coraje", desde sus 19 años estuvo al frente de diferentes espacios y programas, siempre en busca de mejorar la situación de los pobladores, en especial de las mujeres, del distrito al que se mudó junto a su familia cuando tenía 12 años. A los 25 años fue designada presidenta de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador (Fepomuves). También fundó el club de madres "Micaela Bastidas", comedores populares y comités del vaso de leche.

Asesinato

Su clara oposición a Sendero Luminoso y a su campaña de terror le costó la vida. Después de pasar toda la mañana con sus hijos en la playa, el 15 de febrero de 1992, María Elena decidió asistir a una pollada que organizaba un comité de vaso de leche. De pronto, en pleno evento comenzaron a escuchar las balas. María Elena, quien estaba acompañada de sus dos hijos (de 10 y 8 años), solo atinó a pedirles que se taparan el rostro porque venían por ella, a matarla, pero que iba a escapar.

No pudo hacerlo. A sus 33 años fue asesinada por un comando de aniquilamiento de 15 terroristas de Sendero Luminoso. Una mujer ingresó al local y le disparó en el pecho y la cabeza. Después, la arrastraron y, en la calle, le colocaron kilos de dinamita encima. Explotaron su cuerpo con el objetivo de asustar a sus seguidores. Toda ella quedó esparcida.

El día anterior, Sendero Luminoso había convocado a un paro armado en todo el distrito. María Elena junto a varias mujeres encabezaron una marcha por la paz, desafiando la medida impuesta por el grupo terrorista y sus amenazas de asesinar a quien estuviera fuera de sus casas. Ella ya había recibido varias amenazas de muerte antes, por lo que la Policía Nacional le asignó seguridad personal, que nada pudo hacer cuando los atacaron.

PASCUALA ROSADO: "VOY A COMBATIR EL TERRORISMO CON OTRAS ARMAS"

Pascuala Rosado Cornejo tiene mucho en común con María Elena Moyano. Activista y luchadora social arequipeña, también fue una de las más tenaces opositoras al terror de Sendero Luminoso. Originaria del distrito de Cayma, en Arequipa, después de casarse se mudó al Asentamiento Humano de Huaycán, en las afueras de Lima, donde se convirtió en la primera mujer en asumir la Secretaría General de la Comunidad Urbana Autogestionaria ubicada en el distrito de Ate.

Es descrita por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) como una persona vigorosa, dinámica y con gran sentido social. Antes de ser elegida como secretaría general de su comunidad en mayo de 1991, se desempeñó en diversos cargos. La labor de Pascuala es reconocida incluso hoy en día por generar importantes beneficios para sus pobladores. Así, durante su gestión se construyó el Instituto Superior Tecnológico y el Hospital Materno Infantil. También se realizaron obras de agua, desagüe, instalaciones de luz eléctrica y se implementó el cuerpo de autodefensa para combatir la delincuencia.

Pero, Pascuala Rosado no solo sobresale por sus acciones como líder vecinal, sino porque se enfrentó abiertamente a la violencia ejercida por Sendero Luminoso, que buscaba tomar el control de la zona, "primero para formar un comité popular abierto y luego para crear bases de apoyo en las vías de acceso a Lima y así poder aislarla de los centros de producción de alimentos y combustibles cuando lo propusieran". 

Enemiga de Sendero

Su posición claramente en contra del grupo subversivo quedó registrado en las páginas de un diario nacional, en el que declaró que "El propósito de los senderistas es atemorizar a la población, amedrentarlos con el fin de estar aquí e imponer sus ideas y sus métodos (...) Yo voy a combatir al terrorismo con otras armas. (...) El senderismo tiene su caldo de cultivo en la pobreza, en la gran desocupación existente, en la falta de trabajo. (....) Si damos fuentes de trabajo a la población, esta contará con recursos económicos y desaparecerá ese caldo de cultivo".

El grupo al que pertenecía los actualmente excarcelados,  y Margot Liendo, se sintió intimidado frente a las acciones de Pascuala para sacar su comunidad adelante. Debido a ello, comenzó a recibir amenazas de Sendero Luminoso, los los mismos que en reiteradas ocasiones habían atentado contra su vida. Sobrevivió a tres atentados fallidos que la obligaron a asilarse en Chile, pero luego, en 1995, regresó para retomar sus funciones. El año siguiente, el 6 de marzo de 1996, Pascuala, con 42 años, se dirigía a su centro de labores cuando le dispararon en la cabeza, dejando a sus siete hijos. Al igual que María Elena, no solo fue asesinada, sino que su cuerpo también fue dinamitado para provocar miedo en los demás pobladores. 

Para que nunca se repita

María Elena Moyano y Pascuala Rosado Cornejo quedaron en la historia como ejemplos de una resistencia pacífica al terror. Ambas estaban alejadas de los partidos tradicionales y al mismo tiempo se mantuvieron distanciadas de la alternativa destructiva que trajo Sendero Luminoso.