Lamentable vida llevan alcohólicos en malecón
Lamentable vida llevan alcohólicos en malecón

Religiosamente, como miembros de una secta secreta, un grupo de alcohólicos suele reunirse en el mirador del puente Victoria de Ayacucho, conocido como “El malecón”. Son alrededor de ocho personas unidas por la desgracia y la adicción.

“Yo tomo de vez en cuando, ahorita estoy tomando porque mi mamá murió hace dos semanas”, expresa un hombre, mientras envían al más joven del grupo a comprar más licor barato.

Se les nota débiles y anémicos, pues apenas comen con tal de no dejar de libar.

TRISTES HISTORIAS. Los vecinos del lugar relatan historias patéticas.

Notan que de cuando en cuando fallece uno, pero a nadie parece importarle, ni siquiera a ellos mismos.

Refieren que hace un año encontraron muerto a uno de estos hombres. Estaba sentado en una banca y todos creyeron que estaba dormido.

“Mi compañero murió, pero a quién le vamos a importar nosotros. ¿Pero por qué dices que necesitamos ayuda? No necesitamos nada o me van a regalar algo”, espetan, pero pese a estar conscientes que el licor envió a la tumba a su amigo, no dejarán de tomar.

FAMILIA. Alguna que otra vez también aparecen sus familiares e intentan inútilmente llevárselos a sus casas. Esposas o hijos, que de pronto sintieron la necesidad de verlos.

“A ese que lo ves ahí, ese medio gordito, trabaja como albañil, pero solo para el trago. También hay muejeres así”, cuentan los residentes.