Lima sufrirá déficit de agua desde 2040
Lima sufrirá déficit de agua desde 2040

Debido al inadecuado manejo cultural, gubernamental y técnico de las políticas hídricas, Lima sufrirá de un grave déficit de agua en el 2040, según el estudio "Investigación para el Desarrollo Sostenible de las Megaciudades del Futuro", financiado por el Ministerio de Educación e Investigación de Alemania, Proyecto LiWa.

Uno de los especialistas de ese trabajo, Christian de León, señaló que la crisis se dará también como consecuencia del crecimiento acelerado, sin control ni planificación de la población, que en ese año llegaría a 16 millones. "El déficit implica que habrá más demanda que oferta de agua para la población", afirma.

Las causas de este escenario sería la falta de coordinación y gobierno de las entidades del Estado en el manejo y conservación del líquido vital, la carencia de planes a largo plazo en programas de aguas residuales y una deficiente política de descentralización.

"Se prevé que para el 2040 habrá un consumo de agua per cápita descendente; lentitud en la ampliación de redes de agua potable para el aumento poblacional y recortes de horas del servicio en varios distritos", explicó.

LAS RESERVAS. Este panorama sombrío se dará pese a que nuestro país tiene mil ríos, 3 mil glaciares, 159 cuencas hidrográficas y 12 mil lagos y lagunas, que le otorgan una disponibilidad anual hídrica de 1 millón 768 mil 172 (MMC).

Pero la población solo consume el 7% de esas aguas. El 64% está potabilizado y la tercera parte se pierde en las conducciones.

Para De León, el tema del agua no es solo técnico, sino político y social. Actualmente, Lima recibe 220 millones de metros cúbicos al año, pero necesita 300 millones para cubrir a sus 9 millones de habitantes. Un millón 700 mil no cuenta con agua.

Advierte, además, que el crecimiento acelerado de la población traerá desarrollo en algunas clases sociales. "A más desarrollo de ciertos niveles de vida, mayor reclamo de áreas verdes", agrega. "Si no existe una política de aguas residuales para el riego, se usará agua potable y generará mayor déficit", agregó.

El especialista de la IWS Universität Stuttgart de Alemania, Alejandro Chamorro, quien realizó un estudio sobre los efectos del calentamiento global en las cuencas del río Rímac, Chillón, Lurín y Mantaro, advirtió una disminución del caudal en 13% como consecuencia de la disminución de lluvias.

Para el decano del Colegio de Ingenieros de Lima, Luis Mejía, el desabastecimiento podría sentirse en 5 años, pues no existe ningún proyecto de envergadura en marcha que asegure la sostenibilidad del servicio, salvo Huascacocha.

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