Petroperú reportó que al menos cuatro embarcaciones que transportaban crudo desde la estación de Trompeteros quedaron retenidas en el río Corrientes, en Loreto, por miembros de una comunidad indígena tras un nuevo derrame de petróleo en el Oleoducto Norperuano.
El incidente ocurrió cerca de la comunidad nativa de Sinchi Roca, en el kilómetro 315 del ducto.
El derrame fue detectado el 19 de mayo de 2025, atribuido por Petroperú a una perforación deliberada en la tubería, señalando como responsables a miembros de la comunidad nativa Sinchi Roca.
Sin embargo, líderes locales rechazan esta versión y responsabilizan a la empresa estatal por el incidente.
Las tensiones aumentaron cuando la comunidad exigió a Petroperú una transferencia de S/150 mil para financiar un proyecto local, demanda que la empresa considera fuera de sus competencias.
Además, según la empresa, los comuneros habrían amenazado con retirar las grapas de contención del crudo, lo que podría agravar el daño ambiental. Petroperú denunció que su personal no pudo realizar labores de limpieza debido a la oposición de algunos pobladores.
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