La embarcación Camila volcó por exceso de peso en mayo de 2010 en Iquitos, Loreto. El accidente dejó 21 muertos. (Foto archivo / GEC)
La embarcación Camila volcó por exceso de peso en mayo de 2010 en Iquitos, Loreto. El accidente dejó 21 muertos. (Foto archivo / GEC)

La embarcación menor que iba repleta de pastores de la congregación Nueva Jerusalén, cuando naufragó en las aguas del río Huallaga la madrugada del último domingo, no había sido intervenida antes por la Capitanía de Puerto de Iquitos, en Loreto, pese a que no contaba con autorización para navegar. Esto no fue impedimento para que el chofer o patrón de la nave, que sobrevivió a la tragedia, transportara a por lo menos 82 personas en un espacio para 30.

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Hasta el mediodía de este martes, los cadáveres recuperados de las aguas sumaban 22, entre adultos y niños, mientras que las personas rescatadas con vida inmediatamente después del accidente son 60, según informó la Marina de Guerra. Por tratarse de una embarcación informal no había una lista oficial de pasajeros.

Si bien el Ministerio Público y la Capitanía de Puertos investigan las causas del accidente, por el que actualmente hay tres personas detenidas, la pregunta es por qué este tipo de embarcaciones informales pueden navegar impunemente por el río repletas de pasajeros.

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En diálogo con este Diario, el capitán de navío Rino Bustamente Díaz, sub jefe del Distrito de Capitanías Nro 5 de la Marina de Guerra, que se encuentra en la zona, señaló que sobre el último accidente a la Marina de Guerra le compete “ver la parte técnica de la colisión, a fin de deslindar responsabilidades e infracciones al reglamento de Capitanía, en tanto que la parte penal la ve la fiscalía”.

Respecto al rol fiscalizador del transporte que tienen en nuestros ríos, explicó: “Fiscalizamos todas las embarcaciones que están debidamente matriculadas y reglamentadas, esta embarcación no estaba matriculada, no era de la zona, venía de un caserío. No había una autoridad en el momento del zarpe para contabilizar si las personas que se embarcaron están dentro del aforo y contabilizar los chalecos (salvavidas). Lamentablemente en muchas partes de la selva es una necesidad salir de las comunidades y se transportan en embarcaciones, a veces arriesgando sus propias vidas. Es una práctica muy recurrente”.

Multas que muchas veces no se pagan

Según indicó Bustamante, a toda embarcación que infringe el reglamento de la Capitanía de Puerto “se le aplica una multa en concordancia con su tamaño, mientras más pequeña menor la multa y mientras más grande es mayor la multa”. Esta sanción económica es para la nave y para la persona que la conduce.

¿A cuánto ascienden las multas? “Si esta embarcación (siniestrada) estuviera regularizada la multa es muy pequeña y ha tenido un exceso de pasajeros de acuerdo a las informaciones, pero aquí estoy adelantando juicio. La Capitanía hace un proceso sumario y tiene 60 días para emitir su veredicto”, anotó. Bustamante evitó mencionar montos porque, según reiteró, depende en cada caso.

Sobre estas sanciones económicas comentó que muchas veces no se pagan. “Es muy probable que no la paguen porque esa embarcación era de una comunidad y hay que buscar a un responsable, es como decir, en el caso de un carro que no tiene placa, a quién le pone la multa si no tiene dueño”.

Consultado si las naves infractoras son confiscadas, el vocero indicó que en estos casos, como el de la embarcación accidentada, sí son detenidas. “La hemos sacado de las profundidades para hacer las investigaciones, para ver por dónde fue la colisión, si tenía luces, qué equipamiento había, la sacamos del fondo y la tenemos detenida por orden del Ministerio Público”, señaló.

“No usan chaleco porque hace calor”

La nave siniestrada no había sido intervenida antes por la Marina de Guerra y muchas como esta circulan por los ríos de la selva de manera ilegal.

“Desafortunadamente hay muchas. Los ríos son las pistas en la selva, hay diferentes lanchas de las comunidades, generalmente de madera, que usan para poder moverse. Se les da academia, se les inculca las medidas de seguridad, se emiten avisos de capitanía para el uso del chaleco”, manifestó. Lamentablemente, los accidentes siguen ocurriendo.

Sobre el uso del chaleco señaló que ayer mismo pudo ver dos lanchas que iban con pasajeros usando chalecos salvavidas. “Claro, ocurre un accidente y al día siguiente todos con chaleco puesto y limpiecito, quiere decir que no los usan, pero pongo las manos al fuego de que mañana o el viernes en esa embarcación no se pondrán el chaleco. Por qué, porque hace calor”, lamentó.

¿Se requiere más personal para patrullar la zona y tener una fiscalización efectiva? En opinión del oficial de la Marina, lo que hace falta es “educación”.

“Educación para las bases, que cuando el papá salga al río el hijo le diga que se ponga el chaleco, que si el papá va a conducir una nave no suba más gente de la que debe (viajar). Porque las acciones coercitivas, como tener más lanchas para estar presionándolos, (de qué sirve) si se dan la vuelta y no hacen caso mañana, no es, son acciones represivas, me parece que la educación es básica, desde los primeros años”, puntualizó.

Más datos

Los detenidos de manera preliminar por este lamentable hecho son el chofer de la embarcación que llevaba a las víctimas, el conductor de la embarcación de Petroperú contra la que colisionó y también el piloto del remolque de Petroperú. El Ministerio Público está tomando sus respectivas declaraciones. La investigación es por el presunto delito de homicidio culposo.

Mientras tanto la Marina de Guerra continuará con las labores de búsqueda de manera ininterrumpida.

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